Un policía pidió a su hijo que le disparara y el chico lo mató

Un agente de la TOE de 33 años le dio el arma en su dormitorio y recibió un balazo en el tórax. Se pensó en un suicidio. Pero el nene le contó al juez lo ocurrido. Y el dermotest dio positivo

Especial Diario Uno Santa Fe

Santa Fe.— Un policía de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) murió al recibir un tiro en el pecho en un dormitorio de su casa. Su muerte primero se interpretó como un suicidio. Pero tal cosa fue desbaratada por el dramático relato del hijo del agente. El nene, de nueve años, contó que su padre le entregó su arma reglamentaria y le pidió que le disparara. Y que él le hizo caso.

Ocurrió ayer a las 12 del mediodía en el barrio Los Hornos de la capital provincial. Miguel Angel Echagüe, de 33 años, estaba allí encerrado con uno de sus hijos. El resto de la familia del policía estaba en otros ambientes de la casa.

Al pecho.
El policía instó a su hijo a empuñar el arma reglamentaria. Recibió un disparo en el tórax y falleció en la habitación matrimonial de la vivienda, según la constatación que realizó después el médico de la repartición po licial.

La detonación del disparo sobresaltó a la esposa del policía y madre del chico, que ingresó al dormitorio y contempló a su marido desvanecido en el piso en el medio de un charco de sangre. La mujer llamó por teléfono inmediatamente a la policía que llegó minutos después.

El juez de Instrucción José Manuel García Porta y el jefe de la Unidad Regional I, Juan Ruiz, se hicieron presentes en la vivienda ubicada en la calle Pedro de Vega 3475. El magistrado penal en turno fue el que primero mantuvo un extenso diálogo con el chico.

El relato.
Sumergido en un profundo estado de angustia, y ante la insistencia del juez de instrucción, el chico contó cómo se desarrollaron los hechos que terminaron con la vida de su padre.

El chico le dijo al juez García Porta que su padre lo llamó varias veces para que entrara en la habitación matrimonial. Así lo hizo y su padre, que tenía la pistola calibre 9 milímetros, le dijo: “O me matas vos a mi o te mato yo a vos”.

El nene contó al magistrado que tuvo miedo de que le pasara algo y que por eso accedió al pedido de su padre. Empuñó la pistola y disparó con el arma como le había requerido su papa, que se cayó al piso por el impacto.

Aunque el relato del pequeño parecía consistente se ordenaron medidas que permitieran corroborar si los dichos tenían solvencia. El dermotest practicado al nene dio positivo: se halló un resto de pólvora deflagrada en sus dedos. Lo que evidencia que fue él quien produjo el disparo.

El juez ordenó a los agentes de la URI que trasladaran el cuerpo de Echagüe hasta la morgue judicial y a su vez la realización de la autopsia. También instruyó a la División Judicial de URI para que se encargara del sumario.

Asistido por psicólogos, el chico declaró ayer a la tarde ante la psicóloga de la policía y los sumariantes de la División Judicial. Hoy será derivado al comité de maltrato infantil del hospital de niños Orlando Alassia, para asistirlo y ayudarlo. La asistencia será extensiva a la familia del agente Miguel Echagüe.

Conmovidos.
El estupor que desencadenó el relato del chico fue tan profundo que los sumariantes que le tomaban declaración, según fuentes policiales, quedaron anímicamente quebrantados. Voceros de la cúpula de la policía provincial señalaron que Echagüe, que se encontraba de licencia, no tenía antecedentes psiquiátricos registrados en su foja personal.

Echagüe revistaba en la TOE hace siete años y, según información de la fuerza, hace veinte días había recibido el traslado hacia la capital provincial.

La casa del barrio Los Hornos de Santa Fe, donde se desató el drama.