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 miércoles, 27 de junio de 2007  
La CIA reclutó a la mafia para que asesinara a Fidel Castro en 1960
Se intentó envenenar la comida del líder cubano. El complot fracasó al igual que otros. Las revelaciones forman parte de los documentos desclasificados por la agencia de espionaje

Washington. — El servicio secreto de Estados Unidos (CIA) hizo públicos ayer los documentos sobre la operación por la que intentó envenenar en varias ocasiones al líder cubano Fidel Castro entre agosto de 1960 y abril de 1961, recurriendo a los servicios de la mafia. Los informes forman parte de un gran paquete de documentos secretos que fueron desclasificados la pasada semana por la CIA sobre sus actividades ilegales entre 1953 y 1975.

El documento sobre el intento de asesinato de Castro confirma las informaciones que reveló en 1971 el diario The Washington Post gracias a las confesiones de Johnny Roselli, un miembro menor de la mafia que actuó de intermediario para la CIA. Según el documento, el funcionario cubano Juan Orta, que tenía acceso a Castro, recibió de la CIA varias píldoras con veneno que debía diluir en la comida del líder revolucionario cubano. Fracasó, igual que otros intentos posteriores.

El plan se puso en marcha en agosto de 1960, ocho meses después de la llegada de Castro al poder, y fue abandonado en abril de 1961 tras la crisis de Bahía de Cochinos, cuando un grupo de exiliados cubanos dirigidos y apoyados por el gobierno de John F. Kennedy fracasó en su intento de invadir la isla.

En un principio, la CIA contactó a Roselli para anunciarle que la agencia estaba dispuesta a pagar 150.000 dólares (casi un millón de dólares de hoy) por la muerte de Castro. Si el plan era descubierto, el gobierno de Estados Unidos negaría cualquier implicación y todo recaería sobre la mafia, que había visto drásticamente reducidos sus ingresos por el juego en Cuba debido a la ola de clausura y confiscaciones adoptadas por el gobierno de Castro tras el triunfo de la Revolución Cubana.

Criminales buscados.
Roselli y Robert Maheu, el agente de la CIA encargado del caso, contactaron en Miami con Sam Giancana y Santos Trafficante, dos mafiosos en la lista de los diez criminales más buscados por Estados Unidos. Trafficante, con amplios contactos en Cuba, fue el encargado de sugerir el nombre de Orta y de hacerle llegar las píldoras con veneno. “Después de varias semanas de aparentes intentos”, dice el informe de la CIA, Orta “se enfrió” y pidió salir de la operación. “El (Orta) sugirió otro candidato que hizo varios intentos sin éxito”, continúa el documento.

El tercer candidato fue “el doctor Anthony Verona, uno de los principales dirigentes de la Junta Cubana en el exilio”, que supuestamente se cansó de la ineficacia y se ofreció para cumplir la misión. Verona no llegó a actuar porque la operación fue cancelada después de la invasión de Bahía de Cochinos.

El caso salió a la luz pública porque Roselli fue procesado en noviembre de 1967 primero por inmigración ilegal y en diciembre de 1968 por fraude. Roselli amenazó a la CIA con contar los intentos de asesinatos de Castro si no lo ayudaban. El servicio secreto denegó el auxilio, y Roselli reveló a The Washington Post los detalles que ayer confirmó la agencia de inteligencia.

Detalles oscuros.
Gran parte de la información desclasificada por la CIA ha sido difundida en lo últimos años en varias investigaciones del Congreso, pero estas páginas proveen relatos más detallados de las oscuras actividades de la agencia, como intentos de asesinato en el extranjero, secuestros y múltiples ejemplos de espionaje doméstico encubierto. También hay mucho material sobre el escándalo Watergate que en 1974 hizo caer al presidente Richard Nixon, que comenzó en junio de 1972 cuando cinco individuos fueron sorprendidos intentando colocar micrófonos y cámaras en el hotel Watergate, sede del comité político del entonces opositor Partido Demócrata.
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El gobierno cubano sostiene que hubo más de 600 intentos documentados de asesinar a Fidel en las últimas décadas.



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