|
miércoles,
27 de
junio de
2007 |
Benedicto reinstauró los dos tercios en la elección del Papa
Dejó sin efecto la medida de Juan Pablo II de la mayoría simple. Vuelve el ballottage
El Papa Benedicto XVI reinstauró ayer la norma que establece que el próximo Pontífice deberá ser elegido por dos tercios del cónclave y dejó sin efecto la medida tomada por su antecesor, Juan Pablo II, en 1996.
La nueva disposición, además, convierte en obligatorio el ballottage entre los dos candidatos más elegidos tras la trigésima tercera sesión de votaciones (es decir, a unos diez días de iniciado el Cónclave), y también en ese caso será necesaria una mayoría de dos tercios.
Estableció además que los dos candidatos más votados no podrán participar en esa parte de la elección.
En el resto de los puntos, la Constitución Apostólica “Universi dominici gregis” de Juan Pablo II se mantiene igual, siguen abolidos los modos de aclamación y por compromiso, mientras que la elección se seguirá haciendo por escrutinio secreto.
En el motu proprio _documento que el Sumo Pontífice escribe por iniciativa propia y no como respuesta a una solicitud_ emitido en latín, el Papa se convirtió en el quinto jefe de la Iglesia Católica desde 1904 en intervenir en la forma de elección de la máxima autoridad del Vaticano.
En enero de ese año, Pío X introdujo disposiciones para impedir que autoridades políticas externas vetaran a un candidato, y Pío XII incorporó en 1945 la norma de los dos tercios más un voto para la elección del Pontífice.
Pablo VI en 1970 estableció el límite de edad de 80 años para los cardenales electores y en 1975 dispuso que el número de cardenales electores no superara los 120.
En 1996 Juan Pablo II había dispuesto la mayoría absoluta para que algún hombre fuera elegido como Papa, método que fue utilizado únicamente en la elección de Joseph Ratzinger.
El documento de hace 11 años también señalaba _al igual que el comunicado de ayer_ que la votación para elegir al Pontífice seguirá realizándose en la capilla Sixtina, en medio de un total aislamiento. Siguen en pie las reglas de secreto establecidas en 1975 por el Papa Pablo VI, que prohíben a los cardenales ingresar con teléfonos móviles y los obliga a abstenerse de mantener correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios con personas ajenas al Cónclave. (Télam)
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
El Sumo Pontífice escribió la nueva norma de motu proprio, es decir por iniciativa personal, y lo hizo en latín, la lengua oficial.
|
|
|