|
miércoles,
27 de
junio de
2007 |
La destacada: Seguridad de boliches
Escribo cansado de escuchar a gente como Federico Rathge (carta del 23 de junio bajo el título "Discriminación en un boliche") calificando y juzgando a los de seguridad en los boliches. Fui seguridad de boliches por años, hasta mi retiro hace dos años. Creo tener hechos vividos y experiencia suficiente para opinar: en primer lugar estas escenas de discriminación vistas en algunos boliches son pura y exclusivamente por culpa de la sociedad. Son los mismos clientes los que discriminan, los que en la puerta se indignan pero adentro juzgan: "Este boliche está lleno de negros", o a la salida: "Acá no vuelvo, hay mucha negrada". No dicen, como Rathge: "Está lleno de chicos de rasgos étnicos". Es esta misma sociedad la que torna a una persona "diferente" o "aceptable", no el de seguridad del boliche; quisiera pensar que Rathge, al ver semejante "escena vergonzosa, de discriminación racial y violencia de poder", como él la calificó, no hizo ingreso al boliche, sino estaría siendo parte de lo que critica. A los de seguridad se nos ataca de todos lados llamándonos con los peores calificativos, sin saber las veces que se paran peleas a tiempo de pibes que quieren romperse la cabeza porque se miraron mal o se chocaron, las veces que se saca de los boliches a gente que vende droga con la consecuencia que eso nos puede traer a la salida, o los pibes que se están drogando en el baño. Las veces que se detiene a carteristas o a pibes que se exhiben, o se brinda los primeros auxilios a gente en estado de coma alcohólico antes de llamar a una ambulancia. Y hay veces que se hace difícil atenderlos, ya que han vomitado y hasta defecado. Quisiera que alguien soporte la puerta de un boliche, discutiendo continuamente con adolescentes o gente adulta que todavía se cree adolescente; con gente que no quiere hacer cola o pagar una entrada; gente con la que ya se tiene referencias de problemas, ya sea por peleas, por droga, por alcohol, etcétera; escuchando continuos relajos como los de este señor hacia nosotros, por ser hijo de..., o pariente de..., aguantar escupidas, provocaciones e invitaciones a peleas. Los de seguridad no queremos tener problemas, no se empieza una noche de trabajo con la ilusión de pegarle a alguien, tratamos de que pase la noche lo más rápida y tranquila posible, cobrar e irnos a casa. Y para terminar, sólo me queda decir que Gandhi hubo uno solo, si no me gustaría ver públicamente a estos criticones haciendo ayuno en contra de la discriminación y la violencia...
Hernán Folis
DNI. 23.978. 85
enviar nota por e-mail
|
|
|