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sábado,
23 de
junio de
2007 |
Crisis aeroportuaria en Brasil: despidieron a 14 controladores
Se cancelaron centenares de vuelos y miles de personas quedaron varadas
Río de Janeiro.- El Ministerio de Defensa cesó a 14 controladores aéreos en medio de una crisis aeroportuaria que obligó a la cancelación o retraso de centenares de vuelos entre ayer y hoy. Los controladores decidieron trabajar a reglamento argumentando temores por insuficiente seguridad aérea. En la torre de control de Brasilia estos se quejaron anteriormente de fallas en las consolas o monitores. La protesta obligó por lo menos a cancelar 115 vuelos el sábado y 461 el viernes, creando largas filas de cansados y molestos pasajeros en los aeropuertos de Río de Janeiro y Sao Paulo. El sábado, esas filas fueron más cortas y los vuelos partieron con mayor rapidez _ de 686 vuelos, 194 sufrieron por lo menos un retraso de una hora y 33 fueron cancelados para fines de la mañana, según la autoridad de aeropuertos Infraero. Las 14 personas acusadas de encabezar el trabajo a reglamento fueron cesados del centro de control aéreo Cindacta-1 en Brasilia, según una nota emitida el viernes por la noche por el ministro de Defensa Waldir Pires. “En los últimos días, un grupo de controladores insistió en obstaculizar el derecho de tránsito de las personas”, dijo Pires. “Brasil no será rehén de ninguna categoría profesional”. El comandante de la fuerza aérea, el brigadier Juniti Saito, dijo que los 14 controladores fueron una “influencia negativa” y serán transferidos, pero no despedidos. Agregó que controladores militares aéreos reemplazarán a algunos de los controladores civiles. La fuerza aérea, que supervisa el sistema del control de tráfico aéreo en Brasil, culpó primero los retraso a las averías de las pantallas de radar y a una falla de una conexión de comunicaciones ocurrida el martes. Tras ello, los controladores iniciaron el trabajo a reglamento luego de que dos dirigentes sindicales fueron disciplinados por hablar con los medios informativos sin autorización, quejándose de que las pobres condiciones de trabajo y el entrenamiento inadecuado han arriesgado al público. Los controladores piden mejores condiciones de trabajo y el pago de un bono de 500 reales (unos 250 dólares), indicó telefónicamente Leonardo Mota, de la Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), que opera los 67 grandes aeropuertos de Brasil, con un promedio de 1.500 vuelos cada día. (ap)
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Miles de pasajeros quedaron varados en aeropuertos brasileños, en medio de una crisis que no se sabe cómo terminará.
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