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sábado,
16 de
junio de
2007 |
Cuatro asaltantes roban a un empresario de San Lorenzo
Marcelo Abram / La Capital
San Lorenzo.— Sólo media hora. Ese fue el tiempo que le llevó a cuatro hombres armados entrar a una vivienda —donde además funciona una empresa de montaje—, reducir a un familia y llevarse un jugoso botín que rondaría los 300 mil pesos. Según contaron fuentes policiales, un pedido de trabajo fue el ardid que utilizaron los maleantes para ingresar a la casa. Si bien las víctimas manifestaron que en ningún momento hubo violencia física, los cuatro integrantes de la familia fueron maniatados con cordones de calzado.
Todo ocurrió ayer aproximadamente a las 7.30 de la mañana en una vivienda ubicada en la calle Buenos Aires 378, del barrio San Martín de San Lorenzo. Allí, sin ningún cartel visible que la identifique, funciona una empresa de montaje cuyos límites se confunden con la casa de la familia Quiroga, a quien pertenece. Una casa baja, decorada con lajas, y un garaje. Eso es lo que puede verse a simple vista. Y precisamente por tratarse de un emprendimiento familiar muchas de las tramitaciones administrativas de la empresa se realizan en el citado domicilio, por lo que no sorprendió, que a esa hora tocara el timbre un hombre. Que dijo: “Señor, necesito trabajo”.
Claro que cuando Marcos Quiroga, de 62 años, abrió la puerta de su vivienda, detrás del supuesto jornalero aparecieron otros tres cómplices con el rostro cubierto, portando armas de puño. Los maleantes, bajo amenazas, rápidamente redujeron al empresario, quien en ese momento se encontraba junto a su esposa, Mirta Cristaldo, su hijo Marcelo de 38 años, y su hija Alejandra de 24.
Al cuarto matrimonial. Si bien ningún integrante de la familia fue lastimado, las cuatro personas fueron conducidas a la habitación matrimonial , donde quedaron amarradas.
Inmovilizados los Quiroga, los encapuchados —que contaban con el dato de que en el lugar existía una importante suma de dinero—, rastrillaron toda la vivienda. Según sostuvo escuetamente uno de los miembros de la familia “revolvieron distintos muebles de la casa”, hasta que dieron con el dinero y abandonaron rápidamente el lugar.
Al marcharse los ladrones, uno de los Quiroga trabajosamente logró desatarse, liberó al resto de sus familiares y dio parte a la policía, por lo que a los pocos minutos llegó al domicilio personal de la Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional XVII, que comenzó con las pesquisas para determinar los posibles rastros en el domicilio. A su vez se estableció un cerrojo en la ciudad, sin que se pudiera lograr un resultado positivo.
Un Corsa gris. Los ladrones se movían en un Chevrolet Corsa con baúl, de color gris plata. Los investigadores creen que en el lapso de tiempo que tomó la liberación de la familia y la denuncia policial abandonaron la ciudad. Si bien no existe una confirmación de la cifra sustraída, fuentes del caso dijeron que los asaltantes se habrían escapado con un botín que entre dólares y dinero argentino ronda los 300 mil pesos. También se llevaron los celulares de la casa.
La policía elaboró un foto fit, a partir de la descripción que Marcos Quiroga hizo sobre el único de los asaltantes que no tenía el rostro cubierto. El empresario le dijo a la policía que se trataba de una persona de tez blanca, de cabellos lacios castaños y que tendría entre 40 y 45 años.
La familia Quiroga vive hace varios años en el barrio San Martín de San Lorenzo. Es un matrimonio con dos hijas mujeres y dos varones, todos mayores, dos de los cuales estaban en la casa al momento del robo. Durante años Marcos Quiroga trabajó fuera del país, hasta que inició su empresa de montajes y ya se estableció en San Lorenzo. l
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