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sábado,
16 de
junio de
2007 |
Democracia
renga
Raúl Alfonsín dijo: "Con la democracia se come, se trabaja, se cura y se educa". Suelo coincidir con los que piensan que "la peor democracia es preferible a la mejor dictadura". No sé si la que tenemos es la peor democracia, pero que le falta, le falta. Votamos a cada rato, pero pareciera que a los votos se los llevara el viento. Una vez contados los votos, los gobernantes elegidos salen corriendo como los chicos cuando suena la campana de la escuela, para parapetarse detrás de sus escritorios, tomarse sus cafecitos, olvidarse de la gente y concentrarse en aprovechar sus privilegios y conseguir votos para la próxima vez. Ojo, que no todos los políticos son así, pero de esos corruptos hay muchos. La democracia que se olvida que la soberanía reside en la gente empieza a ser comida por sus propios parásitos. Esa democracia enferma es la que lleva a muchos a pensar: "Son todos unos delincuentes, con los milicos estábamos mejor". En lugar de andar matando simbólicamente a pobres y piqueteros, y de protestar solamente con la lengua y en la intimidad, deberíamos todos buscar salidas democráticas para que nuestra democracia sea curada de sus lacras. Que se multipliquen los mecanismos de participación de la gente, que la Justicia no haga la suya sino que castigue a los delincuentes de guante blanco, que se refuercen las iniciativas y emprendimientos populares, que haya trabajo, que se premie a los honestos y no a los trepadores, que haya menos ricos y menos pobres. Si no conseguimos hacer más democrática a nuestra democracia, seguiremos a merced de los amos de turno (mundiales, nacionales, regionales, provinciales, locales o parroquiales). Se puede empezar ya, porque hay tarea para rato.
Héctor Bonaparte
DNI 6.205.548
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