“Kirchner está comprando Repsol con los fondos de Santa Cruz”

Walter Palena / La Capital

La candidata a presidenta por la Coalición Cívica, Elisa Carrió, trata de amortiguar el golpe que recibió en las elecciones porteñas con su mejor sonrisa. Dice que su alianza con Jorge Telerman cumplió un objetivo, a pesar de que su candidato no llegó al ballottage. Su lectura es que el triunfo de Mauricio Macri le despeja el camino para que ella concentre el caudal de votos antikirchnerista en los comicios de octubre. “Tengo que esperar que me peguen unos días más, pero luego de la segunda vuelta quedo como la principal candidata opositora”, afirma, y busca con un guiño las miradas cómplices de sus anfitriones en Rosario: la diputada Susana García, los concejales Carlos Comi y Nire Roldán y el dirigente arista Pablo Javkin.

  Mientras sorbe una cargada taza de café y pita un cigarrillo al que le deja impreso la marca del rouge, Lilita sorprende con otra acusación al gobierno de Kirchner, esta vez con un tema que engloba las coimas y sobreprecios en la obra pública con los dineros públicos que la provincia de Santa Cruz obtuvo de las regalías petroleras. “Los que entregaron YPF en los noventa, y me refiero al presidente, están comprando personalmente Repsol ahora. Seguramente parte de esos fondos está en la compra del 25 por ciento de las acciones de YPF”, dijo Carrió en una entrevista exclusiva que le dio a La Capital el jueves pasado, horas antes de participar de un acto partidario.

  —¿Cuáles son sus conclusiones de la elección porteña?

  —La sociedad está saliendo de la etapa kirchnerista, y esto se refleja en que más del 60 por ciento de la sociedad porteña votó contra Kirchner. Por otro lado, claramente la primera opción fue Mauricio Macri, quien jugó todo su caudal político nacional en lo local. También triunfó la estrategia del gobierno de destruir primero a un candidato (Telerman) para despellejar luego al otro (Macri).

  —¿Cómo quedó parada usted después de los comicios?

  —Teníamos en frente una decisión difícil: transitar la elección en Capital sin que yo sea candidata. Lo hicimos y sacamos el mismo porcentaje de votos que en el 2001. Tengo que esperar que me peguen unos días más, pero en julio quedo como la principal candidata opositora al kirchnerismo. Lo mejor que pasó es que despeja el camino nacional para una fórmula opositora casi de mayoría, cosa que si Macri perdía en Capital y pasaba a ser candidato presidencial, no sucedía. En lo personal, me hubiera gustado que la fórmula que apoyé pasara al ballottage. Pero me parece que es lo mejor que pasó, incluso también para Telerman-Olivera.

  —¿Por qué?

  —Porque rompe el pacto de Macri con el gobierno, y ahora los pone frente a frente.

  —Cuando acordó con Telerman dijo que esa alianza era un riesgo. ¿Lo dijo para amortiguar por anticipado el golpe?

  —Soy una persona que asume las derrotas casi con alegría. No soy de las que especulan o se esconden. Para mí no fue un golpe, sino un objetivo cumplido. También me parece bien que en la primera oportunidad que se presentó la Coalición Cívica no ganara, porque los que van a gobernar este país necesitan la mesura de haber pasado por las derrotas, poder transitar con serenidad la adversidad.

  —Usted siempre utilizó la metáfora de que mientras los otros partidos van por la autopista, el ARI iba por la banquina. Pero ahora se metió en el carril rápido.

  —Es así. Estamos en el final de un camino pedregoso y todavía falta lo que me van a hacer a mí en la campaña presidencial. Por eso hay que estar preparado y tener una gran solidez de espíritu.

  —Filmus trata de tender puentes diciendo que los votos del ARI son progresistas y anti-Macri...

  —La Coalición Cívica ya dijo que ninguno de los dos candidatos expresa la ética ni la república. Hay libertad de acción. Es la primera vez en mi vida que voy a votar en blanco. Nunca voy a ser funcional a este gobierno, porque sé qué significa, y lo mismo digo de Macri. A la única que rescato es a Gabriela Michetti.

  —¿Coincide en que humanizó la figura de Macri?

  —Es el rostro humano de una mentira. Pero este es un momento para rescatar, por eso lo hago también con Telerman, quien expresa a un peronismo sano, pluralista y democrático. En un proceso cercano, vamos a estar mucho más juntos que separados.

  —Cuando estalló lo del caso Skanska, ¿sintió satisfacción personal?

  —No, porque fue tarde. Si los medios nacionales hubieran publicado nuestro informe de marzo del 2004 se hubieran enterado de que los porcentajes de sobreprecios en la obra pública eran de 150 por ciento. En consecuencia, se robaron 14 mil millones de pesos en tres años sin que nadie dijera nada, hasta que apareció el caso Skanska. De todas maneras, quedó demostrado todo lo que yo decía de (Julio) De Vido.

  —¿Qué es lo que desnuda el caso Skanska?

  —Algo mucho más grave. Los que entregaron YPF en los noventa, me refiero al presidente, están comprando personalmente Repsol ahora. Esta es la secuencia final de la cadena. Hay que empezarse a preguntar dónde están los fondos de Santa Cruz y el dinero de los 150 por ciento de sobreprecios de estos cuatro años. Seguramente parte de ese dinero está en la compra del 25 por ciento de Repsol.

  —Hace poco Kirchner dijo que los fondos de Santa Cruz fueron todos repatriados.

  —Sí, y esos fondos van a estar en Repsol. No podemos mirar el baile del caño mientras se privatiza de esta manera. El proceso es perfecto. Como si Kirchner hubiera dicho: “Le entrego YPF a los españoles en los 90 para decir que no soy noventista en el 2000, para quedarme yo, personalmente, con Repsol en el 2007”. Nadie tiene ese capital para poder comprar Repsol.

  —El gobierno juega a la intriga. ¿Qué prefiere enfrentar, a un pingüino o una pingüina?

  —Es irrelevante el sexo de Tyson.

Lilita disertó en rosario y volvió a pegarle al gobierno.