Sésamo: tesoro nutricional

El sésamo, también llamado ajonjolí, es una planta oleaginosa cuyo origen, aunque es desconocido, hay quienes sostienen que es asiático. Se presenta como una mata de varios tallos que se van ramificando, hojas ovaladas y flores que pueden ser blancas o rosadas. Los frutos, unas cápsulas alargadas, albergan semillas planas y rugosas de color blanco, amarillo, marrón o rojizo.

   La presencia del sésamo puede rastrearse a lo largo de la antigüedad, y en las más diversas culturas. En Babilonia sus semillas eran utilizadas tanto en la elaboración de platos como en la preparación de perfumes y medicinas. Los romanos consumían sus semillas en los panes; y los chinos y los indios las incluían también en su alimentación diaria. Pero su consumo más acentuado se da en Oriente Medio. El tahini o pasta de sésamo es un ingrediente habitual en las comidas de estos países, también se prepara el hummus y un postre a base de sésamo y miel.

   Esta pequeña semilla encierra un tesoro nutricional. Los granos son muy nutritivos, energéticos y digestivos. Aportan más lecitina incluso que la soja, un nutriente esencial para el sistema nervioso, sobre todo para el cerebro y las glándulas endocrinas. Las semillas contiene un 50% de aceite y 25% de proteínas. También es una fuente de minerales, sobre todo de calcio, hierro, fósforo magnesio y zinc; aporta oligoelementos, vitamina E y del grupo B.

   Las semillas tostadas resultan más sabrosas y se digieren mejor. Para tostarlas se calienta una sartén o un wok, y antes de que humee se añaden las semillas y se tuestan a fuego lento sin dejar de remover. Es aconsejable preparar sólo la cantidad que se va a consumir porque si se almacenan tostadas pierden propiedades.

 El sésamo puede formar parte de ensaladas, platos principales, salsas y postres. El tahini, o manteca de sésamo, es un preparado muy común en la gastronomía de Oriente. Se trata de una mezcla de semillas de sésamo tostadas con aceite, también de sésamo, a la que se le agrega un poco de agua.



Puré de berenjenas



Ingredientes:

2 berenjenas

2 dientes de ajo

15 ml de aceite de oliva

semillas de sésamo tostadas

jugo de 1/2 limón

pimentón dulce y sal



   Cortar longitudinalmente las berenjenas, salar la pulpa y dejar reposar 15 minutos. Después de lavarlas y secarlas, se asan en el horno durante 25 minutos aproximadamente. Cuando están blandas, se extrae la piel y se trituran junto con los ajos picados, el aceite y el jugo de limón.

Agregar el pimentón, la sal y una cucharada de semillas de sésamo tostadas. También puede servirse como si fuera un paté.