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domingo,
10 de
junio de
2007 |
En foco. El desempleo en la región
La desocupación del primer trimestre del año en el Gran Rosario volvió a los dos dígitos y aunque la cifra parezca a priori negativa —porque creció respecto de los últimos tres meses de 2006— no lo es tanto si se analizan los números finos.
Desde enero a marzo de este año en la región el desempleo fue del 10,4% contra el 9,5% del último trimestre del año pasado. Sin embargo, está cuatro puntos debajo del mismo período de 2006.
El cotejo anual, que permite hacer una medición más acertada, indica que en el Gran Rosario sigue creciendo el número de gente que sale a buscar empleo (la tasa de actividad pasó de el 45% al 45,9%) pero junto a esto también la tasa de empleo (subió del 38,4% a 41,1% en un año). En el medio bajó la desocupación y también la subocupación, es decir la gente que trabaja menos de 35 horas semanales y busca hacerlo por más tiempo.
Esto indica que el mercado laboral de la región pudo absorber por un lado el crecimiento de 14 mil personas de la población económicamente activa (PEA) —todos aquellos que salieron a buscar trabajo— y crear además nuevos puestos que fueron captados por la masa de desempleados y por los trabajadores subocupados. Así, en un año hay 36 mil ocupados más en el aglomerado y 21 mil desocupados menos. Justamente esta diferencia la completan tanto los nuevos ingresantes al mercado laboral como los subocupados.
Las frías estadísticas sólo permiten un pantallazo fugaz sobre la realidad de los que habitan la región y hablan de una nueva dinámica en materia de empleo, pero poco dicen de la calidad del mismo. En rigor, no es función de esta medición determinar la caracterización de los puestos de trabajo —carga horaria, formalidad, nivel salarial— pero sí un deber tanto del sector público como privado, cuestionárselo.
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