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domingo,
03 de
junio de
2007 |
Mendoza: la ruta de los vinos
A través de los Caminos del Vino se pueden conocer las bodegas de Mendoza y disfrutar de sus excelentes vinos, que son fruto de una viticultura ecológica y poseen —sobre todo los tintos— una alta capacidad antioxidante asociada con su contenido de distintos tipos de polifenoles. Según recientes estudios científicos, esto contribuye a frenar el envejecimiento de las arterias y otros órganos. El consumo moderado de vino tiene la virtud de armonizar el placer con una mejora considerable de la calidad de vida.
En los últimos tres años hubo una importante reconversión de viñedos, lo que permite a Mendoza como punta de lanza de la Argentina tener mayor cantidad de vinos de alta calidad para satisfacer la creciente demanda del mercado internacional. En el período mencionado se implantaron en nuestra provincia más de 25.000 hectáreas de nuevos viñedos de variedades de uvas finas. Entre las tintas el ranking lo encabeza la variedad malbec, seguida por las cepas de cabernet, merlot, syrah y bonarda; y entre las blancas predominan las variedades chardonnay y chenin.
En la Argentina, la viticultura comenzó en la época de la conquista española y tuvo un desarrollo a gran escala desde mediados del siglo XIX en los valles de las provincias andinas. La región apta para el cultivo de la vid se extiende a lo largo de la cordillera de Los Andes desde la provincia de Salta, en el norte, hasta la de Río Negro, en el sur del país. La gran amplitud de esta zona, combinada con la topografía particular de los valles andinos, permite el cultivo de una amplia gama de cepajes y variedades.
En la provincia de Mendoza, que ostenta la mayor superficie implantada en el país con casi 140.000 hectáreas de viñedos, se distinguen cuatro oasis vinícolas bien diferenciados. Los Caminos del Vino que se detallan a continuación han sido proyectados como paseos de mediodía o un día completo, durante los cuales se visitan bodegas de características muy diversas. Se recorren sus viñedos, se realiza una degustación y cata con opción de comprar vinos en la misma bodega. Además, es posible disfrutar de otros lugares de interés paisajístico, histórico y cultural.
Oasis centro-oeste: ubicado en el norte de la provincia está regado por las aguas del río Mendoza, se ubica en el piedemonte (entre los 650 y los 1.060 metros de altitud) y abarca principalmente viñedos de los departamentos de Luján de Cuyo y Maipú. Por las características de suelo y clima es la zona más importante de producción de vinos finos, tanto tintos como blancos.
Valle Viejo: partiendo del centro de la ciudad de Mendoza se puede visitar el Museo del Area Fundacional, donde se hallan restos arqueológicos de la antigua ciudad. Luego, podrá conocer dos bodegas centenarias: Bodegas y Viñedos Santa Ana (fundada en 1891), con su arquitectura única de fin de siglo XIX que se combina con una modernísima planta de fraccionamiento; y Bodega Escorihuela (1884), que conserva una de las tonelerías más importantes del mundo, además de los muebles originales, y es reconocida por apoyar a los artistas mendocinos con permanentes exposiciones en su sala de arte.
Acequias y arboledas: Bodegas López (1898) en pleno corazón de Gutiérrez, Maipú, es una de la las más tradicionales de Argentina. Fundada y administrada por una familia de origen andaluz, exporta vinos desde hace más de 70 años a países de todo el mundo.
Museo del vino
La visita continúa en el Museo Nacional del Vino Casa Giol y en la Bodega La Rural (1885), donde encontrara la colección más importante de antiguos elementos de vinificación y de imaginería religiosa cuyana: alrededor de 4.500 piezas expuestas en sus jardines, paredes y pisos. La Bodega Trapiche sorprende por ser una de las más grandes del país, con un importante toque francés. Es pionera en innovación tecnológica y en la conquista de nuevos mercados y sus vinos han recibido numerosos premios. En otra escala, en Viña El Cerno podrá ser protagonista de una entretenida clase de degustación, dirigida por sus propios dueños.
Barrancas del río: esta región vitivinícola de suelos pedregosos se encuentra a unos 30 kilómetros de la ciudad, en las cercanías de las barrancas del río Mendoza. La visita incluye la Finca Flichman (1873), situada en lo que fue un asentamiento huarpe, una bodega de origen familiar que hoy sigue produciendo vinos de gran calidad, con un definido carácter argentino. A pocos pasos de allí se encuentra la Capilla Nuestra Señora del Rosario, la más antigua de la provincia. Para finalizar, la Bodega Cruz de Piedra se destaca por su arquitectura de estilo mediterráneo y la conjunción con la alta tecnología en la elaboración de vinos finos. Desde sus balcones se pueden apreciar sus extensos viñedos.
Altos del río 1: en la zona alta del río Mendoza, conocida por la calidad de sus vinos, está ubicada la Bodega Etchart, adquiridas en 1996 por un importante grupo francés, produce varietales que han obtenido numerosos premios en los últimos años. En Bodegas Chandon (1959) la primera filial creada fuera de Francia, se producen con la más alta tecnología distintos tipos de champagnes muy conocidos en el país. Por último, en Dolium se apreciarán las nuevas tendencias en el diseño de bodegas de estilo internacional: es la primera bodega boutique mendocina totalmente subterránea.
Altos del río 2: en este caso puede degustar los vinos de alta calidad de la centenaria Bodega Norton, una de las mejor equipadas del país, mientras disfruta de la gran vista panorámica de la cordillera de los Andes, desde la amplia terraza de su winebar.
Vino para el Papa
A pocos metros se sitúa Cabrini, una bodega familiar famosa por su producción de vinos para misa (proveedora del Vaticano) y que también elabora vinos varietales. Al final del recorrido, el wine shop de Viniterra le ofrece toda la línea de accesorios para el vino, cigarros famosos y, claro esta, lo fundamental: su variada gama de vinos de nobles cepajes.
La Carrodilla: la Bodega Lagarde es reconocida por sus prestigiosos vinos, sobre todo tintos, elaborados en partidas limitadas en el centenario establecimiento original cercano a la ciudad de Luján de Cuyo. Muy próximo se ubica el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú, donde vivió el famoso pintor mendocino Fernando Fader. En la zona de Chacras de Coria le ofrece sus exclusivos vinos Bodegas Alfredo Catena, elaboradas con moderna tecnología por esta familia de viticultores italianos. De regreso, en el distrito de Carrodilla, se puede visitar una pequeña y antigua bodega cuidadosamente restaurada para adaptarla a las necesidades actuales: Viña Amalia (1922), con sus barricas de roble francés y americano. Un poco hacia el norte está el Santuario de la Carrodilla, donde se reúnen miles de católicos durante la Semana Santa.
Valle de Vistalba: este valle, apreciado por su belleza y la calidad de sus vinos, se encuentra en el piedemonte de Los Andes. En Bodegas Nieto Senetiner (1905), con su típica construcción de barro, caña y madera, disfrutará del agradable ritual de la degustación de sus vinos, exclusivamente tintos, frente al majestuoso entorno cordillerano del Cordón del Plata.
En Domaine Vistalba podrá apreciar cómo se ha conjugado el savoir faire francés con la tipicidad de este terruño, ya que es la primera bodega artesanal construida en Argentina a la manera de los chateaux galos. De vuelta hacia la ciudad, encontrará en Pequeña Bodega vinos varietales de estilo joven y artesanalmente elaborados y un salón que conserva el estilo tradicional.
Oasis este: el oasis del este mendocino es una planicie (a una altitud entre los 640 y 750 metros) que recibe las aguas del Río Tunuyán y abarca parte cultivada de los departamentos de Junín, Rivadavia, San Martín y Santa Rosa. Este amplio oasis es el de mayor producción de la provincia, donde se implantan gran cantidad de variedades de uvas. Los Caminos del Vino se encuentran en desarrollo, siendo la Bodega La Agrícola un referente excepcional de las virtudes vitícolas de la zona.
Oasis sur: el oasis del sur se extiende a los pies de la cordillera en los departamentos de San Rafael y General Alvear, irrigado por los ríos Atuel y Diamante (entre los 450 y los 800 metros de altitud). Es la principal zona de producción del cepaje Chenin, que da sus características a los vinos blancos de la región, frutados con una excelente relación alcohol-acidez. También se producen buenos vinos tintos. Muchas de las bodegas abiertas al turismo pertenecen a tradicionales familias mendocinas que les dieron origen y hoy producen con la experiencia que legaron sus fundadores. Como punto de ingreso a la provincia por la ruta Nacional Nº 188, General Alvear es un oasis de viñedos destinados a la elaboración de vinos de calidad.
Señor champán
Portal del sur: en esta excursión que dura todo el día, se visita la más joven y moderna Bodega Valentín Bianchi, también fábrica de champán, que se ubica en el acceso principal a la ciudad de San Rafael y enclavada en un magnífico escenario sobre suaves ondulaciones del terreno y rodeada de numerosas fuentes de agua.
Camino al centro se encuentra Bodegas Balbi, destacada por elaborar sus vinos bajo normas de calidad ISO 9001, siendo una de las pocas del país con esta particularidad.
A continuación, en Bodega Suter se descubrirá dónde nacen los vinos y los espumantes elaborados con el tradicional método francés, podrán apreciarse las botellas reposando sobre pupitres de madera y se visitará una cava de sorprendente acústica.
A escasa distancia, en la familiar Bodega Jean Rivier, de origen suizo, sus propios dueños le explicarán todos los pasos de elaboración de los vinos, la mayoría de los cuales podrán ser degustados directamente de las vasijas que los contienen.
Ya en la zona céntrica de la ciudad conocerá la Bodega Fundadora de Valentín Bianchi, construida en 1928, cuyos laberínticos pasillos contienen parte de la historia de esta tradicional familia.
Generaciones de vinos
San Rafael del Diamante: este recorrido también de un día se realiza sobre la ruta que lleva a General Alvear y se inicia en Bodega Roca, donde el visitante es recibido por la cuarta generación de una familia dedicada al arte de hacer vinos. A un par de kilómetros se halla Bodega Lavaque, que atrae por su arquitectura colonial y por el cuidado ambiente en que son elaborados los vinos. Siguiendo camino y poco antes de llegar a la localidad de Villa Atuel, se arriba a Bodega Goyenechea. Allí se podrá conocer el compromiso de cinco generaciones de una familia vasca con la cultura del vino y el marco de un entorno silencioso.
Oasis del Valle de Uco: está situado al sudoeste de la ciudad de Mendoza en la cuenca del río Tunuyán, y comprende los departamentos de Tupungato, Tunuyán y San Carlos (la altitud varia entre los 900 y los 1.500 metros).
Actualmente, es la zona de mayor evolución en inversiones vitivinícolas. Esta región, donde se cultivan manzanas, peras, nueces y cerezas, es perfecta para el cultivo de cepajes de alta calidad y demuestra el nuevo rumbo de la viticultura y la enología argentina. En San José, y con el volcán Tupungato dominando el paisaje, se encuentra la pequeña bodega familiar Estancia Ancón, que produce vinos varietales a partir de viñedos ubicados a 1.500 metros de altura.
Hacia el sur se llega al distrito Los Arboles, Tunuyán, donde Bodega Salentein conjuga la tradición bodeguera mendocina con la tecnología europea. Al pie de la cordillera se erige esta bodega de construcción única en su tipo en forma de cruz. Cada una de sus cuatro alas es una pequeña bodega que cuenta con dos secciones: una a nivel del suelo y otra subterránea, para la crianza de vinos en barricas de roble, a ocho metros de profundidad.
Camino al Manzano Histórico se ubica la nueva bodega de Jacques y Franis Lurton. Estos reconocidos bodegueros de origen francés hallaron en estas tierras las mejores condiciones para elaborar sus propios vinos argentinos y sumarlos a su gama de productos desarrollados en otros países vitivinícolas (Francia, Australia, Chile, España y Uruguay). En San Carlos, Bodega Fapes es de las más antiguas de la zona y se destaca en el arte de combinar la tradición con las nuevas tendencias. El entusiasmo de sus dueños le permitirá descubrir los secretos del vino en un ambiente amistoso.
Finalmente, Finca La Celia, situada en Eugenio Bustos, es parte de la historia del pintoresco pueblo. Sus dueños, también propietarios de una de las más exitosas bodegas de Chile, han sabido rescatar la arquitectura de esta antigua bodega e incorporar la más moderna tecnología.
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Fotos
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Manos expertas cosechan las uvas de las viejas bodegas.
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