Un referente clave para el cine local

Mario Piazza

Se cumplen en estos días 22 años del regreso al país del maestro Fernando Birri después de un exilio de 22 años, su segundo exilio si se cuenta aquel que a los 25 años de edad lo llevó a buscar en una escuela de cine italiana la formación que en su propio país no podía encontrar.

En cuanto a mí, en 1985 hacía alrededor de diez que andaba intentando el camino del cine. Cuando quise iniciarlo la escuela de cine de Birri ya no existía, clausurada por las fuerzas del oscurantismo. Me hubiera hecho falta esa escuela. Muy probablemente habría canalizado mis ímpetus juveniles para el lado de Santa Fe, donde aún vivían mis abuelos paternos.

Fue en esa ciudad, en 1985, durante el recibimiento que la ciudad de Santa Fe hizo al maestro Fernando, que pude ver por primera vez esa obra fundacional de un nuevo cine latinoamericano que es “Tire dié”. Y uno ha adoptado a Birri como maestro a pesar de no haber podido ser alumno de su escuela de Santa Fe ni de la que en 1986 fundaría en San Antonio de los Baños, Cuba. Del maestro se aprende a través de su obra y de su palabra.

Birri es para nosotros referente desde el momento en que al egresar del Centro Sperimentale de Cinematografía de Roma no se instala en Buenos Aires para hacerse un lugar en la industria capitalina, sino que regresa a su ciudad para crear allí una producción local por fuera de la absorbente y excluyente capital.

Birri es un referente también desde sus primeras obras fílmicas, tan arraigadas con su propia tierra y su gente. Y lo es muy especialmente desde su amplia actitud de artista, siempre abierto a nuevas formas y a diversas disciplinas. Los once años que le llevó pergeñar esa estrambótica obra que es el largometraje experimental “Org” pueden ser considerados por muchos como un largo paréntesis dentro de una obra “comprometida”. Pero he allí, en esa película, manifestado el espíritu de un artista —libre, inquieto y rebelde— que también impregna toda su obra y se deriva incluso hacia otras disciplinas, como la pintura, la poesía y la actuación.

Ciudadano del mundo, si alguna vez en los últimos años habló de sus planes de quedarse a vivir en su casita de San José del Rincón, debimos acostumbrarnos a saberlo de vez en cuando y alternadamente en Roma, Cuba, Estados Unidos, Alemania o algún otro punto del planeta.

Hoy es un deleite poder verlo conducir un programa en el canal Encuentros y también leer sus lecciones en un libro, siempre abriéndonos la perspectiva. Simplemente, un maestro.



Mario Piazza es realizador cinematográfico

Seguidor. Mario Piazza valora las enseñanzas de Birri a través de su obra.