“Bielsa es un extraterrestre que le falta el respeto a Santa Fe"

Jorge Kaplán / La Cpital

La candidata a gobernadora por el Frente Social para la Victoria, Roxana Latorre, sigue a buen ritmo su campaña, que esta semana la llevó al norte de la provincia, donde visitó pueblos y ciudades de la Santa Fe profunda. En diálogo con La Capital desde una inusualmente fría localidad de Florencia, en el límite con Chaco, la senadora nacional justicialista volvió a marcar sus claras diferencias con los precandidatos del Frente para la Victoria, Agustín Rossi y Rafael Bielsa, a quienes igualó por ser de “centroizquierda”. Sobre todo se ensañó con el ex canciller, a que le recriminó que “le falta el respeto a la provincia con su propia candidatura”, a la que consideró “extraterrestre”. También calificó de “falacia” el discurso binnerista de que para modificar la realidad provincial se necesite un cambio de color político.

  —¿Qué respuestas nota en los santafesinos a medida que avanza la campaña?

  —Hay mucha adhesión de la gente, notan que uno tiene un compromiso, en primer lugar con la gente que tiene más necesidades y en segunda instancia con los otros sectores de la sociedad. Nuestro sector tiene propuestas muy concretas, como el tema de la vivienda, cuestión en la que se notan falencias en toda la provincia. Para ello estamos proponiendo una vivienda económica, que le costaría a sus beneficiarios 70 pesos mensuales y aunque no se tenga recibo de sueldo pues se debe contemplar el hecho de que un 40 por ciento de la población está trabajando en negro. También alentamos la creación de una obra social o seguro provincial de salud con los mismos fondos que hoy se utilizan en salud para todo aquel que no esté cubierto, además de la reparación integral de las escuelas y su equipamiento. Nuestro sector tiene un concepto de alguna manera territorial de la política, en el sentido de ver en cada localidad qué es lo que hace falta, por eso estamos dispuestos a dar facilidades a aquellas empresas que generen empleo. En cada lugar uno ha ido sembrando a lo largo de quince o veinte años y se va encontrando con una cosecha interesante.

  —¿Ese reconocimiento lo encuentra en el militante justicialista o en la población en general?

  —Excede los límites del justicialismo. Noto también situaciones diferenciadas, sobre todo en el norte del territorio santafesino hay una actitud muy predominante y hegemónica de los intendentes y presidentes de comuna que en muchos casos avanzan sobre el concepto de dignidad humana, y esto no tiene que ver con un poder político, porque es una práctica que llevan adelante todos los partidos. Notamos en general una gran adhesión de la gente que considera que se puede dar un cambio importante dentro del propio justicialismo. Es una falacia la afirmación de Hermes Binner de que el cambio viene la mano de un cambio de signo político.

  —¿Dejaron heridas los cruces que tuvo con muchos dirigentes del PJ?

  —Yo no quiero confrontar con ellos. Siempre confronté con Binner desde el punto de vista de las políticas públicas y tengo claro que es mi adversario, pero lo que no les voy a permitir es que me falten el respeto, que Rossi en sí no lo ha hecho, lo ha hecho en alguna oportunidad Bielsa, y me parece que él le está faltando el respeto a la provincia con su propia candidatura.

  —¿Qué diferencias hace entre las candidaturas de Rossi y Bielsa?

  —Rossi no interrumpió la campaña prácticamente desde el 2005, cuando se presentó como candidato para la diputación nacional. El ya se trazó el objetivo de la Gobernación en 2007 y ha caminado a partir de ahí mucho. En el caso de Bielsa, está nada más con la tracción de lo que puede ser el presidente de comuna o el intendente justicialista, pero me parece que es absolutamente extraterrestre.

  —Bielsa y Rossi coinciden en plantear la continuidad de la gestión de Jorge Obeid y adherir al proyecto nacional del presidente Néstor Kirchner, ¿usted también?

  —Creo que hay que bajar a tierra y a cada uno de los hogares que todavía tienen muchísimas carencias a pesar de la política de crecimiento nacional. Requiere de una impronta de muchísimo trabajo territorial, local. Y en el caso del gobernador Obeid, creo que su gestión tiene algunos aspectos positivos, como el incremento del salario del empleado público, el blanqueo de las sumas no remunerativas, el área de cultura, mucho de lo de obras públicas. Pero hay un “debe” terrible en materia de seguridad, educación, salud y vivienda. No sé si es responsabilidad exclusiva de él, que por supuesto que la tiene, sino que colapsó el sistema de administración centralizada del Estado. Insisto muchísimo en que no colapsaron una sucesión de gobiernos justicialistas sino un sistema de administración centralizada. Yo defiendo con uñas y dientes un esquema de regionalización administrativa para que cada región administre sus propios recursos y destine sus propios fondos.

  —¿Cómo está su relación con Carlos Reutemann?

  —De mi parte la relación es respetuosa; se trata de mi compañero de banca, de quien me impulsó a cada uno de los cargos a donde fui llegando, que —reitero— creo haberlos honrado con prepotencia de trabajo. También quiero resaltar que fundamentalmente nuestros equipos de trabajo legislativo funcionan juntos. Esta decisión (de pelear por la Gobernación santafesina por afuera de la estructura partidaria) que he tomado ha sido muy meditada, muy pensada. Soy muy crítica de la actual ley electoral (en referencia a la de lemas), porque defendía para movimientos grandes como el nuestro la reforma de la ley anterior, pero bueno... es un hecho la actual. Yo le presto un servicio mucho mayor al justicialismo porque representamos un sector que no comulga ni con Bielsa ni con Rossi.

  —¿No teme que la acusen de que, al restarle votos al candidato del Frente para la Victoria termine favoreciendo a Binner?

  —No, porque es un voto diferente. Diría que nuestro voto es de centro, del peronismo tradicional más relacionado con las instituciones, y también es un voto independiente. Creo que el voto de ellos dentro del propio peronismo es más de centroizquierda. En cualquiera de los temas que se aborden, el último fue el del aborto, por ejemplo, tenemos posiciones opuestas.

  —¿Qué cifras maneja sobre la adhesión de los electores a su candidatura?

  —No estamos muy pendientes de eso, pero en el promedio provincial estamos entre 90 y 100 mil votos hoy, faltando todavía un mes para las primarias y teniendo en cuenta que seguimos de largo a la general. El objetivo nuestro es tener una base importante de representación ahora y constituir una opción una vez que caiga Rossi o Bielsa.