Viajeros del Tiempo

Guillermo Zinni / La Capital

La insoportable tiranía de los alquileres. Sin desconocer que en la carestía de los alquileres que sufre actualmente la población del Rosario tienen buena parte los costos de la edificación de hoy -que se han triplicado con respecto a los de hace dos o tres años debido a los aumentos en los materiales y en la mano de obra-, a esta angustiosa situación del vecindario contribuye la exigencia desmesurada de los propietarios de querer obtener intereses usurarios del capital que emplean en las construcciones. Por viviendas malas, estrechas, antihigiénicas, que nunca gozaron alquileres mayores a 20 o 25 pesos, hoy se exige 60, 80 y 100 pesos, haciendo valer pretextos diversos entre los que se encuentra el de los pasajes del tranvía eléctrico, como si esto bastara para ajustar los torniquetes del arrendamiento y hacer un problema insoluble el de la vivienda para el empleado o para el obrero. Las autoridades comunales deberían poner coto a estas demasías en vez de cruzarse de brazos y dejar que las cosas continúen en este tren de abusos haciendo imposible la vida de la gente pobre. Pero, lamentablemente, cuando intentan algo resulta peor el remedio que la enfermedad, como ocurre con la liberación de los impuestos de edificación, disposición que elude la contribución pública. Si la municipalidad no pone un poco de buena voluntad y empeño en este tipo de problemas, va a llegar muy pronto el día en que la vida sea sencillamente imposible en el Rosario para las personas de limitados recursos, porque todo lo que ganen no alcanzará ni siquiera para pagar sólo el alquiler de la mala casa que se ocupa.

Esfuerzo vecinal. Hoy será inaugurada en Alberdi la nueva avenida Libertad, que llega hasta el río y que ha sido costeada por un grupo de vecinos. La avenida ha sido embanderada y a las 12 será servido un asado con cuero al que han sido invitadas numerosas personas.

[email protected]