Trayectoria

Dos hermanas unidas por la danza comparten sus secretos

Norma y Gladys Farulla editaron un disco compacto destinado a docentes

Silvia Lo Presti / La Capital

Vienen de una larga trayectoria en la danza clásica. Bailaron como solistas o en pareja en el teatro Colón, y en Rosario formaron el Ballet de Cámara, que funcionó hasta el ´93. Estudiaron con prestigiosas figuras de la danza y formaron a grandes y chicos en el arte de dar volteretas en puntas de pie. Norma (76) y Gladys Farulla (72 años) dedicaron su vida a la profesión de bailarina y hoy, en un gesto de humildad y solidaridad, decidieron volcar su experiencia en un disco compacto destinado a profesoras, instructoras de gimnasia y maestras de jardín de infantes. El material fue editado por Ediciones Paulistas y se comercializa exclusivamente en Librería Ross.

“La danza clásica se lleva en la sangre”, afirman las hermanas Farulla a La Capital, y ellas son el testimonio viviente de esta afirmación. Por sus clases pasaron bailarines con intención de perfeccionar la técnica (aún hoy capacitan a profesoras de danzas) hasta niños de corta edad que se iniciaban en esta disciplina.

“Conviene que los niños no comiencen a bailar antes de los 7 años— recomiendan— para evitar deformaciones en el cuerpo”.

“Ahora estamos dedicadas a tomar exámenes a profesoras y nos consultan por coreografías”, dicen. Es que la formación de ambas hermanas, nacidas en Arroyo Seco y luego residentes en Rosario, abarca una amplia capacitación en el arte teatral que comenzó en la Escuela Municipal de Danzas Ernesto de Larrechea y se completó con frecuentes viajes a Buenos Aires para aprender de los grandes maestros.



Clases magistrales

El CD contiene un curso de danzas para todo el año para profesoras, instructoras de jardin de infantes y de gimnasia, con música infantil instrumental. “Es necesario también educar el oído para la danza”, afirman.

El material está dirigido a niños de 5 a 10 años, y contiene ejercicios que ejecutados al compás de la música, con la respiración adecuada, benefician la actividad cardiovascular. “Creamos motivos alegres para los niños (la flor, el barco a vela, el conejo o la canasta)”, agregaron.

Las bailarinas afirman que el CD “es inédito en el país”. La primera parte del material prepara el cuerpo del niño; la segunda, sirve para enseñar las primeras posturas en tiempos de marcha, polca y vals, y finalmente, una compaginación coreográfica involucra todo lo aprendido.

“Se nos ocurrió editarlo por la experiencia recogida luego de tantos años de trabajo con niños”, dicen. Y agrega Gladys: “No quiero que otros niños padezcan el problema de columna que tengo debido a una mala enseñanza de la danza. Esto no es un negocio, sino compartir nuestra experiencia para cuidar el cuerpo de los chicos”.

Las hermanas se definen como “docentes de alma”, y además de compartir la vida, sienten la misma pasión que las hace afirmar que si volverían a nacer, “serían bailarinas”.

Ese amor por la enseñanza lo volcaron en un libro para danza clásica que incluye los 8 años de aprendizaje de la técnica, clase por clase, que esperan poder publicar próximamente.

Cuando les toca hablar de bailarines argentinos contemporáneos, eligen a Maximiliano Guerra, Iñaki Urlezaga y Paloma Herrera, de quien dicen “tiene una técnica impecable”. Y muestran su desacuerdo con el género de las comedias musicales. “Actualmente no se forma a la gente, no hay especialistas”, subrayan.

Las hermanas Farulla nunca dejaron de bailar. Al respecto dicen que moverse en puntas de pie les produce una alegría inmensa que no pueden describir. “Prometemos seguir bailando hasta que el cuerpo aguante y la salud nos lo permita”, dicen finalmente .

Gladys y Norma Farulla, una vida dedicada a la danza clásica.