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 domingo, 03 de junio de 2007  
El oro narco mexicano: las metanfetaminas

Más baratas, de moda y fáciles de producir, las metanfetaminas han despertado el interés de los cárteles del narcotráfico mexicano en medio de una ola de violencia que ha dejado cerca de mil muertos este año.

   Aunque la cocaína y la marihuana aún son las drogas más consumidas en Estados Unidos y México, las drogas sintéticas están subiendo en la preferencia de los jóvenes, según datos recientes de Naciones Unidas.

   Los grandes cárteles mexicanos de la droga, dedicadas sobre todo al tráfico de cocaína y a la producción y distribución de marihuana y heroína, ponen en jaquea la policía y se enfrentan en una guerra sangrienta por rutas hacia Estados Unidos que no cesa pese a operativos con el Ejército puestos en marcha en diciembre.

   Tampoco cesa la actividad de los cárteles, que últimamente ampliaron su actividad y ahora producen metanfetaminas a gran escala, dijo la oficina estadounidense antidrogas (DEA) en un reporte reciente.

   “Para cristal, tachas (derivados de las metanfetaminas) y chochos (pastillas psicotrópicas) está la disco o el bar. La competencia es muy fea (entre vendedores de droga)”, dijo un dealer en Ciudad de México que pidió el anonimato.

   Las metanfetaminas, en pastillas o polvo, son estimulantes igual que la cocaína, pero mucho más baratos y mas fáciles de producir. Se fabrican a partir de efedrina, sustancia que se utiliza con frecuencia para antigripales, cuyos embarques llegan a puertos mexicanos del Pacífico.

   “Se dice que los cárteles han cambiado de negocio donde ven que funciona más rápido”, dijo el experto en narcotráfico José Reveles, colaborador del diario El Financiero. “No se requieren grandes inversiones ni sembrar ni cosechar nada. Las puedes hacer (metanfetaminas) en el patio de tu casa”, agregó.

   Un reporte de la Procuraduría General de la República (PGR) señala que la principal zona de producción se localiza actualmente en la frontera con Estados Unidos, en Baja California y Sonora, donde se han efectuado la mayor cantidad de desmantelamientos de laboratorios últimamente.

   Años atrás, el cártel de los Amézcua, en el occidental estado de Colima, tenía el monopolio de las metanfetaminas en México, pero recientemente se fueron sumando al menos el cártel de Sinaloa, del prófugo Joaquín “El Chapo” Guzmán, y el de Tijuana, del encarcelado Benjamín Arellano, según analistas.


Nuevos laboratorios
En los últimos años se han detectado cada vez más laboratorios en los estados de Jalisco, Sinaloa y Michoacán, en la costa del océano Pacífico, “que constituyen una alternativa viable para el procesamiento de drogas sintéticas ante el reforzamiento de las operaciones en el norte”, según la PGR.

   “Esencialmente el mercado es hacia Estados Unidos y allí estamos trabajando de manera conjunta para poder acotar este nuevo esquema criminal de tráfico de droga”, dijo el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

   El consumo de estos narcóticos en Estados Unidos ha aumentado de manera gradual “y es particularmente grave en zonas rurales y en ciudades pequeñas”, dijo la oficina de fiscalización de estupefacientes de la ONU en su reporte 2006.

   Un informe reciente de la DEA señala que México compensó con un aumento en la producción de metanfetaminas la reducción en la fabricación de la droga dentro de Estados Unidos.

   “Cuando la disponibilidad de metanfetamina producida localmente decreció en Estados Unidos, el abasto de la droga permaneció ininterrumpido, mientras los cárteles mexicanos inmediatamente aumentaron la oferta de la metanfetamina a Estados Unidos”, dijo la DEA. l (Reuters)
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