El negocio de la venta directa crece como opción para sumar más ingresos

El sector facturó más de 2.300 millones de pesos a lo largo del año pasado

Clarisa Ercolano

Poder trabajar desde casa, con horarios flexibles, sin depender de un jefe y ganando dinero. Lo que se puede ver como el sueño de cualquier empleado, se cristaliza cuando aparece la opción de la venta directa, un sistema de empleo independiente que en la Argentina el año pasado tuvo un nivel de ventas de 2.335 millones de pesos.

Durante este año, este sistema de trabajo registró un crecimiento del 15% comparado con igual período del año anterior, sobre todo en la comercialización de algunos productos relacionados a la belleza, el cuidado de la salud y los accesorios de moda. “Desde la resurrección económica del 2003 nuestras ventas crecieron positivamente en relación al crecimiento del PBI”, confirmó a La Capital Jorge Méndez, presidente de la Cámara Argentina de Venta Directa (Cavedi), organización que agrupa y regula a las empresas del sector desde 1975.

Los estudios de mercado confirman que las mujeres (un 95% del total) son aquellas que muestran más interés en este tipo de alternativa laboral. Esta tendencia está relacionada directamente con que la mayoría de los productos que se comercializan están más ligados al consumo femenino, como los de belleza, artículos para el hogar y cuidado estético.

“Los hombres también se acercan a este sistema pero porque de esta forma pueden superar la vergüenza o el prejuicio de meterse en una perfumería y pedir una crema para la cara”, señaló Méndez.

Desde Cavedi aseguran que esta forma de empleo no tradicional resulta redituable si se le dedican el tiempo y el empeño necesarios que requiere comercializar un producto de consumo o servicio, cara a cara. “Hay que dedicar tiempo a aprender las reglas del mercado, a capacitarse y sobre todo para salir a trabajar”,explicaron.

Hoy son 15 las empresas que en la Argentina comercializan sus productos por este sistema y entre ellas se cuentan muchas de rango internacional como Amway, Avon, Círculo de Lectores, Fuller, Essen, Herbalife, Mary Kay, Amodil, Just, Natura, Martina di Trento y Thiens.



Nuevo nicho

Desde la Cavedi van por más. Como agrupación pretenden instalar la importancia de este tipo de sistema como fuente de ganancias para trabajadores particulares, y se animan a introducirse dentro de los ámbitos universitarios y de negocios para incluir a la venta directa dentro de los planes de estudio de carreras relacionadas. “Queremos que sobre todo aquellos estudiantes relacionados al marketing o a los negocios nos vean como una opción cierta de un empleo serio y que dimensionen además la magnitud de este fenómeno a escala global”, indicó Méndez.

Por sondeos realizados desde la cámara, también se puede advertir que aquellos que ven en la venta directa una forma de trabajo, se acercan buscando herramientas para establecer contactos, financiar la independencia personal y tener la posibilidad de empezar a desarrollar el negocio propio.

Méndez agregó que de un tiempo a esta parte se fidelizó un segmento de consumidores que hacen compras a gran escala como si fuesen revendedores para aprovechar mejores precios cuando se adquieren productos en cantidad.

La venta directa comenzó en Argentina en 1968. Inicialmente los productos eran sólo de cosmética pero con el tiempo el uso del sistema se extendió. Una de las últimas novedades está relacionada con la lencería erótica y productos íntimos.

Sexto sentido es el nombre de la marca que la psicóloga Laura Fleishman busca imponer. “Queremos desmitificar la idea de sexshop como cosas oscuras y morbosas, y preferimos acercarnos a las mujeres que si quieren comprar pero no se animan”, indicó. La empresa prevé contar con 300 revendedoras para fin de año y ya alcanzó los $15 mil de facturación mensual.