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domingo,
03 de
junio de
2007 |
Dos posturas
opuestas
En la reunión en la que se discutieron los proyectos de ordenanza de reordenamiento urbanístico de Rosario, en el teatro La Comedia, hubo dos posturas opuestas. Por un lado la de los vecinos, que defienden el medio ambiente, la calidad de vida, el patrimonio arquitectónico y su derecho a tener aire, luz y servicios eficientes. En la vereda contraria, las empresas constructoras, que demostraron que sólo les interesa el lucro y que no les importa en lo más mínimo el impacto ambiental ni los perjuicios que puedan causar a la población. Para colmo, pretenden extorsionar a la opinión pública amenazando con subas de alquileres y con pérdidas de puestos de trabajo, cuando es bien sabido que los alquileres aumentaron a partir del crecimiento de la construcción, y que no es necesario destruir la ciudad para construir y dar trabajo. En los países adelantados estos temas ni se discuten: primero está el interés de los ciudadanos y de la propia ciudad y muy secundariamente el de la codicia inmobiliaria. Hay normas estrictas que protegen el medio ambiente y el patrimonio, y por eso sus ciudades son tan bellas y reciben tantos turistas. Es de esperar que los miembros del Concejo y de la Municipalidad miren al interés de la gente, que los eligió para defender sus derechos, y dicten con la mayor urgencia una ordenanza adecuada, por más presiones que reciban de estos poderosos grupos minoritarios.
Roque Sanguinetti
[email protected]
DNI 6.065.831
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