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sábado,
02 de
junio de
2007 |
Un marco muy pobre
De verdad, el partido no seducía para nada. De un lado, un equipo descendido desde la fecha pasada. Del otro, uno más preocupado por lo que pasa afuera de la cancha que dentro de ella. Por eso el marco fue muy pobre. Muy poca gente de Quilmes, y la más baja seguramente de Central durante todo el campeonato.
Igual, llamó la atención el escaso acompañamiento que tuvo Central ayer, porque, pese a los malos momentos, el hincha lo venía siguiendo en multitud como de costumbre. Una prueba de eso fue la primera visita luego de la victoria ante Central en el clásico, en la fría noche de La Paternal.
Pero ayer apenas unos quinientos simpatizantes desandaron el camino desde Rosario y se notó más porque la barra, con sus banderas y cánticos, llegaron al final del primer tiempo. Eso sí, el duelo verbal de hinchadas fue intenso. Porque los de Quilmes recordaron cuando fueron agredidos en Rosario tras una victoria canalla por 1 a 0, con gol de Ezequiel González en la última jugada del partido. Y los de Central respondieron, por supuesto, burlándose por el consumado descenso del equipo de Fanesi.
Fue la nota de color dentro de una noche y de un partido que seguramente lejos de quedar en el recuerdo de muchos pasará rápidamente al olvido.
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