La opción de los talleres de escritura

La Escuela Nº 241 John F. Kennedy de Pujato pasa a ser una de las excepciones a la regla que caracteriza desde hace un buen tiempo a la escuelas medias. Según destacan la directora de esta escuela, Adriana Iturre, “aquí las horas libres son sólo ocasionales”. Y en caso de darse, las cubre el preceptor, un taller de escritura y hasta la misma directora que dicta clases de su especialidad. “Pero los chicos nunca se retiran antes”, indican desde el establecimiento de Pujato.

La directora reconoce que pertenecer a una localidad de pocos habitantes, como lo es Pujato, otorga ciertas ventajas para asumir esta problemática. Y destaca que también “es una realidad el hecho de que no se consiguen reemplazantes”.

Flavia Pascualini es profesora de lengua y literatura en la John Kennedy. Asegura en su escuela “las horas libres casi no existen”. “En general —dice la profesora— los profesores suelen faltar por causas bien justificadas y se les busca reemplazante para que los chicos no pierdan las horas correspondientes de la materia”.

La docente asegura que en caso de producirse una ausencia, esta es excepcional y por algún imprevisto: “Es decir, un profesor que falta a último momento, o se retira antes por estar descompuesto, es siempre por causas de fuerza mayor. El último recurso para solucionar el problema es dejar a los alumnos sin clase”.



Preceptores

Pero además aclara que en caso de darse una hora libre, su escuela cuenta con un cargo de preceptor, ayuda para que los alumnos no estén solos dentro del aula. Pero además, la escuela ha diseñado sus propias estrategias de trabajo para salvar esos imprevistos. “Contamos con una serie de talleres de lectura y escritura, aprovechando que la preceptora es profesora de lengua, y se utilizan esas horas para llevarlo adelante”.

“A veces, los alumnos han participado con sus producciones de distintos concursos literarios y también, en una ocasión, se ha utilizado la sala de informática para desarrollar un taller de escritura con apoyo de la PC y utilizando diversas herramientas del word, agrega.

“También —relata— se suelen hacer las actividades pendientes de otras materias o de la misma que se hubiera dictado en ese momento, con actividades pendientes que la profesora ausente hubiera dejado para eso”.