Caos y demoras por un piquete en la autopista a Buenos Aires

Lucas Ameriso / La Capital

El piquete que montaron vecinos de barrio Las Flores para protestar por la falta de energía provocó ayer un verdadero caos vehicular que dejó sitiado el ingreso a la ciudad por la autopista Rosario-Buenos Aires. El corte comenzó a las 8 y se prolongó hasta la medianoche a metros del puente intercambiador de Circunvalación. Camioneros, viajantes y coches particulares tuvieron que demorar horas en los desvíos propuestos para el tránsito y la bronca se hizo escuchar entre los automovilistas. Los vecinos (en su mayoría reconocen que están enganchados al servicio que brinda la Empresa Provincial de la Energía, EPE) denunciaron que hace una semana están a oscuras, pidieron la reconexión "con medidores comunitarios" y pagar una tarifa social de 14 pesos por mes. El clima de protesta se diseminó en otros barrios. En Garay y Avellaneda hubo piquetes matinales que se trasladaron a la tarde hasta las puertas de la EPE, con quema de cubiertas en su sede de Oroño y 3 de Febrero. Por la noche, en Wilde y Mendoza se montó otro corte por parte de vecinos del barrio Unión, quienes hace 4 días no cuentan con flujo energético.

La interrupción de un centro neurálgico para acceder a la ciudad, como es la autopista a Capital Federal, dejó a miles de automovilistas sometidos a una amansadora que produjo desconcierto y caos. No obstante, la presencia policial se hizo sentir y fue imprescindible para evitar accidentes, hechos de pillaje y orientar a los conductores.

Desde las 8, ramas, neumáticos y troncos se apilaron en ambas manos de la ruta, situación que se mantuvo hasta la medianoche. "Es una locura, vengo con mercadería desde San Nicolás y me esperaban en horario. ¿Me querés decir quién me soluciona el problema?", se preguntó indignado Héctor, conductor de un utilitario. Minutos después, Roberto se topó con el desvío hecho por la subcomisaría 19. "Hacen un piquete porque no tienen luz, pero tampoco la pagan. Y si a mí me la cortan, tengo que pagar igual la factura de la EPE sin chistar y bancarme que se me eche a perder lo que tenga refrigerado", se sumó con furia el hombre de 48 años.

Miguel, que con su Mercedes Benz 1114 tenía que llevar repuestos a una empresa radicada en Rosario, también se sumó a la queja generalizada. "Me dijeron que tengo que irme hasta la zona sur y después regresar por Circunvalación porque los 500 metros de autopista que me faltan para llegar a Rosario están cortados. Es increíble", consideró.

El desvío del tránsito se produjo ayer por la A012 (el segundo anillo circunvalar ubicado a unos 30 kilómetros), luego hacia Pueblo Esther, la vieja ruta a Buenos Aires hasta Ayacucho y Circunvalación, es decir casi sobre Villa Gobernador Gálvez. Recién allí, los conductores podían retomar su viaje al centro, o bien a las bajadas por Ovidio Lagos, Pellegrini o Uriburu. Algunos cálculos extraoficiales indicaron que las demoras superaban los 60 minutos.

Hacia la tarde se había congestionado la ruta alternativa y en muchos reinaba el desconcierto. Anoche, la Patrulla Urbana no había constatado incidentes, robos ni pillaje. Y se montó un operativo para aquellos vehículos que tomaron el camino del antiguo cementerio, por calle San Martín hasta Villa Gobernador Gálvez.

Quienes debían ir a Capital Federal primero se encontraron con unos ocho policías que desviaban los coches por la colectora de Circunvalación hasta Ovidio Lagos, para subirse a la autopista a la altura de General Motors, en Alvear.


Sin luz ni clases
Entre los troncos y la humareda de los neumáticos ardientes una treintena de personas se mantenía ayer por la tarde en el piquete Acá hay gente que hace una semana está sin luz y se calienta con braseros pero el frío hizo que muchos pibes estén enfermos Incluso no hubo clase en las dos escuelas del barrio y los chicos no tuvieron la copa de leche comentó Miguel uno de los manifestantes Los vecinos reconocieron que la mitad de Las Flores está enganchada pero exigieron un medidor comunitario para que cada familia pueda pagar unos 14 pesos mensuales.

Los vecinos exigieron a la EPE un medidor comunitario.