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 domingo, 20 de mayo de 2007  
La capital hippie existe y está en Australia

El penetrante aroma a marihuana llena el aire afuera del Rainbow Café en Nimbin, la capital hippie de Australia, mientras su encargado se fuma un cigarrillo durante una pausa. Al otro lado del camino “Hemp Embassy” o la “Embajada del Cáñamo” está atiborrada de clientes que inspeccionan pipas de agua, mientras unos pocos disfrutan de un cigarrillo de marihuana.

“¿Quiere algo de hierba?”, dice una voz en una esquina del Museo Nimbin, un laberinto cavernoso que cuenta el nacimiento hippie de la ciudad, luego del Festival Aquarius en 1973. Puede que vender y fumar marihuana sea ilegal en Australia, pero en Nimbin las autoridades ignoran a los consumidores.

“Nimbin es una ciudad de fumadores de marihuana”, dice Andrew Kavasilas, presidente de la Cámara de Comercio local, mientras le da una pitada a un cigarro en su café.

Nimbin era una ciudad lechera. En 1973 entró en crisis cuando estudiantes universitarios celebraron el festival hippie Aquarius. Obtener tierras baratas, junto a la posibilidad de cultivar marihuana, hizo que muchos de ellos se instalaran y crearan una cultura alternativa.

Pero muchos hippies temen que la mayor amenaza para el estilo de vida de Nimbin provenga del desarrollo costero de Australia. Las casas en la costa cuestan unos 830.000 dólares estadounidenses, y los agentes inmobiliarios las promocionan con insistencia.

“Para atraer el desarrollo quieren desinfectar Nimbin y sacarnos de las calles”, dice la artesana Elbereth Evenstal. Muchos esperan que el inevitable crecimiento sea a pequeña escala y ambientalmente amigable, pero temen por su estilo de vida hippie. “Hemos sido libres por mucho tiempo. Sería una lástima si perdemos esta libertad”, dice Balderstone.


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