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domingo,
20 de
mayo de
2007 |
Denuncian un pacto de silencio en el hospital Samco de Armstrong
Es en torno a un caso de mala praxis por un bebé que falleció durante la operación de parto. “Alguien le arrancó la cabeza a mi hijo y deberán pagar por eso”, dijo el padre de la criatura
Walter Gasparetti / La Capital
Armstrong.— La incertidumbre embarga a Jésica Fernández (22) y Alejandro Migueletto (29), la parejita que, hace un mes perdió un bebé en la sala de partos en el Samco local. Les dijeron que la criatura se había ahogado con el cordón umbilical, pero al ver una sutura en el cuello, pensaron que no les dijeron toda la verdad.
Con apenas una foto tomada con un celular y una vaga idea de que un fiscal podía pedir una investigación, Alejandro recurrió a los Tribunales de Cañada de Gómez para una gestión que rompiera “el pacto de silencio entre directivos, enfermeras y profesionales”.
Y así fue. El juez Jesús Rizzardi exhumó el cuerpito y ordenó sacar información y la historia clínica del centro de salud. A lo pocos días, los padres se enteraron del resultado de la autopsia, que reveló que “la causa de muerte fue el arrancamiento o amputación de la extremidad cefálica por una complicación en las maniobras obstétricas”.
Jésica y Alejandro se disponen a hablar. El disparador fue la autopsia que detalla la causa del fallecimiento y otras lesiones del parto.
“Tengo la sensación de que me mintieron o no me contaron todo, por eso fui a la Justicia. Nadie en el Samco me informó sobre el corte en el cuello y tengo la impresión de que ellos esperaban que nosotros no lo notásemos”, contó Alejandro a La Capital.
Al no tener dudas de lo que busca, sentenció: “Alguien le arrancó la cabeza a mi hijo y deberán pagar por eso”. Y añadió que nadie tuvo el valor de decir la verdad, de contarnos si estábamos ante una falla humana.
“No sé qué quiso hacer la doctora, y estoy molesto con el hospital porque taparon todo. Escucharlos da más bronca todavía. Mi tía habló con una de las enfermeras y le dijo que no podía decir nada. Hay un pacto de silencio, pero sé que la Justicia se va a ocupar de descubrir todo”, resaltó.
Jésica, por su parte, piensa parecido a su compañero. Cree que si no lo hubiesen llevado a una sala velatoria nadie se hubiera dado cuenta. “Esa foto la vi diez días después porque me daba impresión, pero entiendo que lo que se hizo no es una práctica normal”, opinó.
Dudas. Alejandro confió que otro de los elementos que los hizo dudar fue cierta actitud en el Samco, que facilitó una pieza privada que luego nadie pidió cobrar y tampoco otras intervenciones. “Creo que saben que se mandaron una macana y por eso lo hicieron”, comentó.
“Si pasaba, pasaba, ellos no me dijeron nada del corte en el cuello y si no indagábamos pasaba y el caso quedaba al olvido. A la médica nadie le iba a recriminar un supuesto error. Lo único que buscamos es la verdad”, señaló Alejandro.
Desde la semana pasada, profesionales, enfermeros y demás personal prestan declaración indagatoria en el Juzgado Correccional del Distrito Judicial Nº 6 de Cañada de Gómez.
Por su parte, el director del hospital, Augusto Fischer, confirmó que la médica renunció a su cargo tras solicitar una licencia. La profesional había sido contratada por el Samco. l
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La joven pareja reclama a la Justicia que investigue qué ocurrió en la sala de partos.
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