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 domingo, 20 de mayo de 2007  
De penal, Romario marcó por fin su polémico gol número mil

Río de Janeiro.- Nadie hubiera dicho meses atrás que el milésimo gol del artillero Romario, el tanto más anhelado del “genio del área chica” que vendría a coronar una larga lista de jugadas magistrales y goles imposibles, sería, además de polémico, el gol más difícil de su exitosa carrera.

Es que para celebrar el que por sus cuentas es su gol número 1.000, el “Bajito” tuvo que renunciar al palco de sus sueños, el estadio Maracaná, después de que el “tanto mágico” se le escapara de las manos, o mejor dicho de los pies, en tres oportunidades “imperdibles”, como lo fueron los tres clásicos cariocas en que el ídolo frustró las expectativas de un Brasil en vilo.

Sin embargo, lejos de restarle importancia a la hazaña, la ansiedad en torno al esquivo milésimo gol sirvió tanto para condimentar la expectativa de su fiel hinchada -que hoy colmó las tribunas del estadio Sao Januario, “templo” de su Vasco da Gama, para presenciar cómo Romario por fin convertía de penal ante el arquero Magrao, del Sport-, como para sumar una polémica más a su ya de por sí polémica figura.

Así como el talento para sacudir las redes rivales fue una característica innegable del astro nacido en un barrio pobre de Río de Janeiro, la polémica, fuera y dentro de la cancha, también acompañó desde siempre al carioca que en 1994 fue galardonado por la FIFA como el mejor del mundo y llevó a Brasil al “tetracampeonato mundial” en Estados Unidos.

Desde que inició su carrera profesional en 1985, Romario, quien defendió la camiseta verdeamarilla en 85 partidos y convirtió 71 goles, es conocido en todo el mundo como una “ametralladora giratoria” debido a su costumbre de decir lo que piensa mediante una retórica tan certera como su implacable tiro al arco.

Como no podía ser de otra manera, la propia hazaña alcanzada hoy se vio rodeada de polémica, ya que la FIFA no reconoce el número de goles que dice haber marcado “el bajito” y algunos especialistas cuestionan el hecho de que haya computado tantos convertidos en partidos festivos y en categorías menores. (DPA)
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