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domingo,
20 de
mayo de
2007 |
Opinión: Atención canallas y leprosos
El fútbol argentino se viene en caída libre. A los ya señalados candidatos, incluso hasta por Julio Grondona, a ganar el torneo, pueden ganar o perder con cualquiera. En otras palabras nuestro fútbol se encuentra en una meseta de mediocridad que asusta. Y el fútbol grande de Rosario está en el mismo segmento, pero con la diferencia que puede perder con cualquier, pero no ganarle a cualquiera. Se ha llegado a lo que ocurría hace muchos años donde todo pasaba por salvarse del descenso y hacer caravana con el equipo desde la estación Rosario Norte cuando empataba con Boca o River en Capital Federal. Central y Newell’s hoy son equipos de media tabla y tienen que ponerse a pensar seriamente con qué jugadores enfrentarán la dura realidad del año que viene.
En Central habrá que empezar a dejar afuera a los que no serán tenidos en cuenta el año próximo y dejar que los chicos del club, para que vayan manejando la responsabilidad de jugar en la primera. En Newell’s, si quiere ordenar la tesorería, tendrá que vender y esta no sale de dos o tres nombres, que hoy son las vigas que contienen la estructura táctica del equipo. Y como en ambos clubes, el dinero que entra es para pagar deudas no para reforzar, estarán obligados a a correr ciertos riesgos.
Hasta ahora siempre la solución pasó por el dinero de los inversores. Hoy piensan más en cobrar la que pusieron que en volver a poner para refuerzos. La falta de seriedad en el tratamiento de este tema, les sacó las ganas de volver a confiar. Tomaron dinero más de la cuenta y entregaron cheques sin fondo como para empapelar el Monumento. Afortunadamente para ambos, la justicia local mira misericordiosamente la situación y tampoco los bancos locales registran los cheques rechazados. ¿Cuál es la solución? La que nunca debieron abandonar, trabajar seriamente en las inferiores.
Los clubes necesitan soldados para combatir el descenso, no veteranos que regresan de otras batallas. Si no consiguen resultados con los experimentados, ¿no habrá llegado la hora de poner a los jóvenes y que tomen experiencia jugando? Otra, en algunos lugares se le escuchó decir a Scarabino, que le gustaría que el DT fuera un ex jugador del club y que el sueño de López es tenerlo a Gallego, ¿no sería conveniente que se produjera antes de la pretemporada y empezar ordenadamente?
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