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domingo,
20 de
mayo de
2007 |
Irán se ve obligado a racionar el consumo de nafta
Desde mañana los automovilistas deberán usar una tarjeta "inteligente" para cargar el tanque
Farshid Motahari / DPA
Teherán. - Los conductores de autos en Irán podrían quedarse en poco tiempo sin combustible para sus vehículos. Es que, a pesar de que Irán es el segundo exportador mundial de petróleo, el Estado gasta unos 8.000 millones de dólares anuales en la importación de nafta. Por esto, a partir de mañana regirá un estricto racionamiento de gasolina en el país de los ayatolás.
El presidente Mahmud Ahmadineyad quiere poner fin al alto consumo interno de combustibles: los propietarios de los ocho millones de coches que circulan en Irán podrán cargar combustible, a partir de mañana, exclusivamente a través de una "tarjeta inteligente". La iniciativa implica que los conductores particulares sólo podrán cargar tres litros de nafta por día, y los propietarios de taxis entre 15 y 20, por un precio de alrededor de 10 centavos de dólar. Por encima de esa cantidad, el cliente deberá pagar mucho más: entre 32 y 43 centavos por litro.
El precio de la nafta en Irán se mantiene bajo gracias a fuertes subvenciones estatales, que cada año dejan una importante pérdida en las arcas del país. En Irán se consumen cerca de 73 millones de litros diarios, más del 40 por ciento de los cuales son importados. Irán, pese a ser una potencia petrolera, carece de suficientes refinerías, aunque más no sea para abastecer a su mercado interno.
Ante la entrada en vigor de la "smart card", como la llaman los iraníes angloparlantes, ya se acumulan los problemas: alrededor de un millón de propietarios de vehículos no recibieron dicha tarjeta, sin la cual no se podrá cargar nafta a sus vehículos. Al mismo tiempo, el gobierno no estableció aún definitivamente el monto de la ración mensual, una definición que el Parlamento iraní exigió al presidente.
Problema político
El gobierno sin embargo teme que la iniciativa no sólo aumente las ya altas tasas de inflación que rondan el 20 por ciento anual sino que también dañe su imagen bastante deteriorada En ocho meses hay elecciones legislativas y una derrota del partido de Ahmadineyad podría perjudicar sus expectativas en las presidenciales de 2009
Otro problema es de naturaleza técnica: aunque ya se instalaron lectores de tarjetas en 2.300 estaciones de servicio, aún no se sabe con seguridad que funcionen correctamente. En la fase de pruebas durante la semana pasada no dejaron de detectarse problemas.
Potencial desastre
Por otro lado los propietarios de tarjetas aún no saben cómo les cargarán crédito y las expendedoras no tienen suficiente personal para controlar las tarjetas Finalmente los conductores podrían utilizar tarjetas y raciones de nafta de otras personas Por las calles ya circulan tarjetas falsas La idea es novedosa pero su aplicación es desastrosa señaló un diplomático occidental en Teherán Varios observadores creen que el gobierno podría verse obligado a abandonar la iniciativa y simplemente aumentar el precio del combustible para atajar el déficit fiscal l
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Los jóvenes de Teherán se las ingenian para movilizarse.
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