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sábado,
12 de
mayo de
2007 |
El gobierno repudia, el presidente está atento
Buenos Aires.- El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, repudió hoy la agresión que recibió la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en Río Gallegos, y consideró que “esto es una prueba evidente de que en Santa Cruz hay intereses políticos y no sólo reclamos de los docentes y municipales”.
En diálogo con la agencia DyN, Fernández dijo que “no se entiende un acto de violencia de esta naturaleza” y agregó que lo ocurrido “deja al descubierto que no hay una demanda gremial, sino vocación de sectores que la gente no vota y, por medio de la violencia, pretenden generar una situación crítica en la provincia”.
Fernández informó que el presidente Néstor Kirchner se mostró “sorprendido” por lo ocurrido y seguía la situación atentamente.
“Obviamente que repudiamos este hecho. Es una enormidad lo que le hicieron a esta mujer. Lo llamativo es que ocurre un día después de que asume Daniel Peralta y formula un llamamiento a la concordia y el diálogo”, enfatizó el ministro coordinador.
En ese marco, reiteró que el conflicto que se desarrolla en Santa Cruz, que derivó en la renuncia de Carlos Sancho a la gobernación, “no es un problema sindical sino político”.
Cuando se le consultó sobre los responsables de la agresión que sufrió Alicia Kirchner, Fernández fue categórico: “Fueron grupos ultraextremistas de los sindicatos docentes y municipales”.
Asimismo, el ministro cargó las tintas sobre el intendente radical de Río Gallegos, Héctor Roquel.
“Roquel sabe que con su prédica respecto a las protestas es muy fácil que todo se descontrole”, afirmó.
Fernández relató que Alicia salió hoy de su domicilio en Río Gallegos, “fue caminando con su hija seis o siete cuadras hasta el restaurante, firmó autógrafos y se sacó fotos con vecinos en el trayecto e hizo lo mismo dentro del local”.
“Cuando se enteró de que afuera había un grupo de personas que la insultaban se negó a subirse a un vehículo que le ofrecieron para retirarse y salió del lugar caminando. Estas personas se acercaron, le tiraron harina, huevos, le tiraron el pelo. Ante esto, un grupo de vecinos se acercó, la rodeó y la ayudó a salir”, explicó el ministro. (DyN)
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