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jueves,
10 de
mayo de
2007 |
Fiar 2007 y las innovaciones de la industria alimenticia
Los empresarios participaron activamente de las rondas de negocios. Brillaron los stands
Sandra Cicaré / La Capital
Hacer negocios y ponerse en la vidriera internacional fue la respuesta unánime de los empresarios de la industria de la alimentación que ayer pusieron a disposición de sus clientes toda la artillería en materia de innovación, tanto de proceso como de producto, en la Feria Internacional de la Alimentación (Fiar) 2007, a la hora de justificar su presencia en la muestra.
Con una puesta que superó ampliamente las organizaciones anteriores por los metros cubiertos y la participación de expositores (sumaron unos 600), Fiar 2007 arrancó pasado el mediodía a pleno, después de una mañana donde los empresarios trabajaron a full para poner a punto los stands, muchos de los cuales todavía estaban a medio armar aún después de la apertura.
“Estamos muy conformes, superó todas las expectativas”, dijo a modo de prematuro balance el secretario de la Producción de la Municipalidad, Oscar Madoery, quien desde temprano junto al coordinador general de la muestra, Ricardo Diab y sus colaboradores, supervisó cada uno de los detalles y las necesidades de los expositores.
A primera hora, un ejército de técnicos poniendo a punto los stands fue la postal más característica. Según precisó Diab, había afectadas al armado unas 1.500 personas contratadas por Fiar, a las que se sumaron además un promedio de 3 o 4 más por cada uno de los 600 stands, lo que fue una muestra de la cantidad de puestos de trabajo que movilizó la exposición. A eso hay que sumarle el personal de servicios de promoción (las promotoras) que en un auténtico “malón”, coparon las instalaciones para alegría del público masculino.
En esta edición y a raíz de la experiencia de los últimos años, los organizadores de Fiar decidieron abrir la muestra a visitantes especializados —clientes y proveedores— y recién dar cabida al público en general sólo el último día, el sábado 12. De todos modos, prevén captar el mismo nivel de asistencia del año pasado, que llegó a las 70 mil personas.
En rigor, la Fiar 2007, cumplo con lo que marca su impronta: vincular la oferta y la demanda en un mismo tiempo y espacio. Por eso, las primeras actividades de la mañana fueron las rondas de negocios internacionales con representantes de 14 países que continuarán el resto de los días que dura la muestra.
Puja de grandes. “Participar de Fiar te da status empresarial”, resumió uno de los expositores dedicado a la fabricación de amoblamiento para panaderías y los hechos lo corroboraron. Antes de comenzar la actividad formal dos grandes pesos pesado de la industria alimenticia dejaron en claro que la disputa no sólo se da en el terreno del mercado sino que además imagen es poder. Ese fue el caso de Paladini y Miga Miga, que montaron dos megastands.
En el terreno estrictamente comercial algunos empresarios arrancaron con el pie derecho. Fue el caso de la industria Tecnofrig, con sede en Carcarañá, que fabrica equipamiento para el montaje de frigoríficos con presencia en el mercado internacional y reincidente en Fiar, donde tienen presencia desde 2005. Según precisó Osvaldo Mosich, del departamento de comercialización de la empresa, antes de terminar de montar el stand ya habían vendido una máquina. “Es la primera vez que nos ocurre, incluso en la primera feria que sucede, ya que habitualmente uno realiza contactos, preacuerdos, pero ocasionalmente una venta. Quizás es una buena señal”, expresó el directivo.
Aunque en esta edición son muchas las empresas que participan por primera vez, la mayoría son viejos clientes de la Fiar. Este grupo insiste con la feria porque es una “excelente oportunidad para estar en contacto con nuestros clientes, mostrarles lo que tenemos y las innovaciones”.
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Los empresarios creen que Fiar es una buena chance de contactar a los clientes.
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