Estévez cargó duro contra la jueza

El directivo suspendido sugirió que busca la quiebra del club

La comisión directiva auriazul sancionada salió con los tapones de punta y acusó a la jueza Georgetti, que resolvió devolverle la presidencia del club a Pablo Scarabino, de trabajar para llevar a la quiebra a Central.

El que llevó la voz cantante fue el ahora suspendido secretario general Gonzalo Estévez, quien señaló que la jueza Liliana Georgetti “se ha puesto en la cabeza la quiebra de Central y es adonde está llevando al club. Los centralistas tenemos la obligación de luchar contra el prevaricato que se produjo con esta resolución y vamos a ir hasta las últimas consecuencias. Si es necesario a la Corte Suprema”.

“Es un proceder nefasto”, abundó, “pero no me llama la atención que la jueza falle en contra nuevamente de los intereses de Central, como cuando demoró la entrega de los pagarés para pagar los sueldos y así el estudio donde trabaja su hija los pudiera embargar”, acusó Estévez. “Cada vez que el club necesitó celeridad judicial no la tuvo y cada vez que se benefició el estudio donde trabaja su hija, se benefició”, imputó el dirigente suspendido.

Pero pese a estas duras declaraciones, Estévez paradójicamente dijo que “somos respetuosos de los mandatos judiciales y pelearemos con armas jurídicas para evitar que Central vaya a un fideicomiso, que evidentemente es lo que quiere la jueza del concurso”.

Estévez afirmó que van a apelar la medida de la jueza. Pero el secretario suspendido fue más allá porque hasta dudó del título de abogada de la magistrada. “Habría que verlo”, aseveró. Además, sugirió que podría caberle juicio político para la magistrada y que en sus considerandos se habría guiado “por el estatuto viejo. Se ve que el nuevo ni lo leyó”.

Luego el directivo aseguró que no le impedirá el ingreso a Scarabino al club “si viene con orden judicial” y dejó entrever que acatarán la suspensión que ahora pesa sobre él y sus compañeros. Y en cuanto al titular canalla, aseguró que le iniciarán otro sumario por supuestos nuevos agravios.

Estévez también remarcó que si Scarabino asume con cinco suplentes “es el mínimo para gobernar. Si renuncia alguno, el síndico debe llamar inmediatamente a elecciones”.

El secretario señaló que “la voracidad política” de Scarabino “puso al club en jaque”, y que la intención suya y de la comisión fue “que se tomara la licencia y después regresara con un club ordenado”. Y se atajó: “Si él investiga lo único que puede hacer es felicitarnos por la gestión”.