|
miércoles,
09 de
mayo de
2007 |
A Córdoba se le fue
Llegó al descanso con dos goles arriba pero Tristán se lo dio vuelta en 16 minutos
Mauricio Bártoli / La Capital
Tras un primer tiempo inmejorable, en el que se puso 2 a 0 arriba, Central Córdoba dejó avanzar al pretencioso Tristán Suárez y en 16 minutos le regaló tres ocasiones para que el Lechero lo diera vuelta y luego pudiera dedicarse a mantener el resultado.
Los cinco goles se convirtieron un poco antes y un poco después del entretiempo. Antes del descanso, en 3 minutos, Pablo Bezombe, metió un penal y un tiro libre. Y en el complemento, a los 4’ y a los 7’ equiparó el marcador el volante Marcos Brítez Ojeda y luego, a los 16’, el Kily Vega decretó la ventaja definitiva.
En el arranque el que hizo mejor las cosas fue el equipo charrúa, que aunque no se adueñó de la pelota, llegó con mayor peligro. Así se sucedieron dos ocasiones en los pies de Bezombe, que se fueron por arriba, y una habilitación con tres dedos del enganche, continuó con un centro de Farré que Bochietti cabeceó desviado. Esas y una par más fueron todas jugadas de gol, mientras que los de Ezeiza respondían sólo con guapezas y aprovechando errores defensivos de los de Tablada.
Recién a los 42’ se plasmó la superioridad de los de Santángelo. Tras un centro desde la izquierda el defensor Claudio Verino metió la mano cuando quiso despejar. El árbitro sancionó un penal que Bezombe transformó en triunfo parcial. Pero todavía faltaba algo más. Porque el hábil volante charrúa volvió a hacer gala de su talento y aprovechó un tiro libre desde 30 metros para ampliar la ventaja. El desconcierto en Ezeiza era tal que ni el propio Diego Maradona, quien estuvo presente (ver aparte), entendía qué pasaba.
La idea de aguantar los primeros minutos del complemento quedó desecha en un abrir y cerrar de ojos. ¿Qué pasó? Las distracciones charrúas permitieron primero un centro llovido y el ingreso solitario de Brítez Ojeda, y luego, dos zapatazos desde afuera, uno del mismo volante y otro del ingresado Vega.
Pero también hay que destacar la actitud arrolladora del Lechero, desde los cambios del DT hasta la confianza de quienes la mandaron adentro, pasando por la movilidad de Ariel Zárate y la guapeza de Daniel Bazán Vera, que pivoteando en la medialuna dio las dos asistencias finales.
Por ese espíritu ganador, Tristán Suárez quedó a dos del puntero Almirante Brown y todavía sueña a lo grande. En tanto, Central Córdoba, ratificó que puede jugar de igual a igual con los mejores, pero tomó nota de que para pelear en el Reducido deberá ganar en consistencia.
enviar nota por e-mail
|
|
|