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miércoles,
09 de
mayo de
2007 |
Benedicto XVI llega a Brasil en su gira por América latina
Ciudad del Vaticano- El papa Benedicto XVI partió hoy hacia Brasil para efectuar su primera visita pastoral en América Latina, una prueba de la energía del pontífice de 80 años y de la manera en que intenta enfrentar los retos apremiantes de la Iglesia católica en la región.
El Vaticano anticipa que Benedicto XVI emitirá un mensaje duro a los políticos sobre la pobreza y la delincuencia durante la visita de cinco días a Brasil -el país católico más poblado del mundo- al tiempo que tratará de fortalecer a una iglesia que tiene problemas para preservar su liderazgo regional.
El Papa -nacido en Alemania- tiene proyectado plantear su estrategia cuando inaugure una reunión de obispos de toda América Latina en el santuario de Aparecida, cerca de San Pablo que es la urbe más grande en América del Sur. La Conferencia del Episcopado Latinoamericano sesiona cada 10 años.
El responsable con el segundo mayor rango en el Vaticano dijo que el pontífice pronunciará un “mensaje enérgico” sobre la pobreza, la desigualdad social, el narcotráfico, la violencia y el éxodo de los católicos que se integran a las iglesias evangélicas protestantes.
“Esperamos que esos mensajes sean escuchados, no sólo en las comunidades católicas sino por la clase política”, expresó a periodistas el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado del Vaticano.
El predecesor de Benedicto, Juan Pablo II, visitó México y habló ante los obispos latinoamericanos apenas tres meses después de iniciar su papado. Benedicto esperó dos años para su primer viaje a la región, donde vive casi la mitad de los 1.000 millones de católicos en el mundo.
El Vaticano defendió recientemente el Papa al afirmar que le preocupaba tanto la pobreza en el mundo en desarrollo como a sus antecesores. “No es verdad que sea 'eurocéntrico' como algunos afirman”, dijo el vocero vaticano Federico Lombardi.
Benedicto, quien visitó Brasil en 1990 como el entonces cardenal Joseph Ratzinger, oficiará varias misas al aire libre que incluyen la ceremonia de canonización del primer santo nacido en Brasil y visitará un centro de rehabilitación administrado por la iglesia para atender adictos a las drogas y al alcohol.
El arzobispo de San Pablo, monseñor Odilo Scherer, dijo que uno de los objetivos principales de la visita del pontífice a Brasil será renovar la fe católica y revertir la tendencia de la pérdida de fieles, “una preocupación permanente de la Iglesia católica”.
Benedicto inaugurará el domingo 13 en Aparecida la Conferencia Episcopal que seguirá sesionando durante 18 días hasta su clausura el 31 de mayo.
Según un documento de trabajo que será punto de partida de la conferencia, los obispos censurarán el modelo económico neoliberal, harán una autocrítica institucional y trazarán la radiografía de Latinoamérica y el Caribe. Asimismo, se anticipa que se pronunciarán en defensa de la familia tradicional, reiterarán el rechazo a los matrimonios homosexuales, el aborto y la eutanasia, y manifestarán su preocupación por el avance de las sectas.
El viernes, Benedicto XVI canonizará a “Frai Galvao”, como se conoce a Antonio de Sant'Anna Galvao, un monje franciscano del siglo XVIII, que de ese modo será consagrado como el primer santo nacido en Brasil.
Los brasileños, acostumbrados a la figura carismática de Juan Pablo II con su facilidad natural de comunicación y gestos teatrales, recibirán esta vez a un nuevo pontífice reservado y de porte profesorial que no suscita inmediatamente el mismo entusiasmo que su predecesor.
Esta vez, dijeron fuentes eclesiásticas, habrá que prestar más atención al mensaje que al mensajero, porque el nuevo pontífice “es más para escuchar que para ver”. (AP)
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El Papa Benedicto XVI llega esta tarde a Brasil en medio de una gran expectativa.
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