El gobierno de Santa Cruz fustigó al obispo Romanín

El ministro de Gobierno de Santa Cruz, Daniel Varizat, fustigó duramente al obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, al afirmar que "está fuera de contexto" y "no entiende la realidad" de la provincia, al tiempo que pidió se le realicen "pericias psiquiátricas" al religioso.

"No logro salir de la sorpresa que me han causado estas declaraciones", dijo Varizat, y sostuvo que Romanín "ha dicho de todo, y por lo tanto estoy convencido de que el que está fuera de contexto es él".

Romanín había dicho anteayer que en Santa Cruz, la provincia del presidente Néstor Kirchner, "al que piensa distinto es un enemigo al que hay que eliminar". También sostuvo que allí "se cierran radios, los medios no ayudan" y existe "censura, falta libertad de expresión y privacidad", y completó: "Sospecho que mis teléfonos están intervenidos".

El titular de la cartera política santacruceña recordó que "en la historia donde se ha eliminado a gente que no piensa igual está el Holocausto, la etapa de la Inquisición, donde estuvo la Iglesia Católica presente, la conquista de este continente americano, donde sí eliminaban a personas y la Iglesia estaba allí cerca".

"Tenemos las distintas etapas de las dictaduras militares, donde también se eliminaba a los que no pensaban igual y también había gente de la Iglesia cerca", abundó.


Conspirativos
Por su parte el vocero del Episcopado argentino presbítero Jorge Oesterheld reclamó ayer al gobierno que evite ver por todas partes conspiraciones y contribuya a establecer un diálogo tranquilo entre los distintos sectores de la sociedad

Además, ratificó que el encuentro mantenido entre el obispo emérito de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, y el presidente Néstor Kirchner fue "de tipo personal", tras reiterar que la Comisión Ejecutiva del Episcopado pedirá una audiencia con el jefe de Estado tras reunirse con representantes del Poder Legislativo.

"Es importante un diálogo tranquilo, no hay que tener tanta exacerbación en las cosas", sostuvo Oesterheld.

Oesterheld agregó que "hacer lecturas políticas de todo y ver por todas partes conspiraciones o enemigos no es un buen camino para una buena convivencia".

"No es un buen camino para que convivamos bien los argentinos, las palabras son importantes", expresó.

"Institucionalmente, la Iglesia está dando los pasos para mantener un encuentro con el presidente a fin de profundizar la relación de ahora", dijo Oesterheld, y sostuvo que "eso es distinto al encuentro de Piña con el presidente, que fue más de tipo personal".

La relación entre la administración kirchnerista y los máximos responsables de la Iglesia Católica se crispó hace dos años, cuando el obispo castrense Antonio Baseotto dijo que al ministro de Salud, Ginés González García, había que "colgarle una piedra al cuello y tirarlo al mar" por su posición sobre el aborto.