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sábado,
28 de
abril de
2007 |
Estudiantes sufrió para ganar
En el peor momento marcó el gol del triunfo y sigue merodeando la punta
La impotencia llevó a Diego Villar a descontrolarse y vio la roja en el último minuto. Claro, el muy buen volante de Godoy Cruz tuvo la victoria dos veces para su equipo que tanto lo necesitaba, pero perdonó la vida y el campeón le sacó provecho. Así Estudiantes, con mucha angustia y poco brillo, se sacó un escollo difícil en La Plata y se sigue ilusionado con el bi.
En realidad, lo mejor de Estudiantes se vio en la primera mitad, donde le tiró encima la chapa al rival y debió concretar algunas de las situaciones que generó, todas evitadas por Torrico. Las más peligrosas fueron de Benítez y Pavone.
Con la inteligencia de Verón y la movilidad arriba de Pavone y Lugüercio, Estudiantes dominó el desarrollo, más allá de que ya entonces Godoy Cruz le mostró los dientes, sobre todo con las corridas sin final de Mauro Poy. Inclusive, hubo una jugada polémica en la que Villar reclamó una clara mano extendida de Alayes dentro del área, pero Lunati la juzgó sin intención pese a la protesta tombina.
El empate 0 a 0 de la primera mitad liberó los cuidados del equipo de Llop en el complemento y así se plantó más arriba, generando mayores espacios y situaciones clarísimas, una de Miranda y dos en los pies de Villar.
Primero Miranda reventó el travesaño y luego el ex Newell's la tiró arriba del travesaño, solo y a la carrera, tras recibir casi como un penal en movimiento un desborde Poy. Enseguida, Villar tiró afuera un mano a mano con Andújar y agotó las chances mendocinas.
Y en medio del dominio al que fue sometido entonces, Estudiantes encontró el respiro. Torrico falló su única bola de la noche y Lugüercio mandó el cabezazo a la red. Telón para un partido tan complicado para el campeón como lo reflejó el resultado final.
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