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 sábado, 28 de abril de 2007  
Reflexiones
Transparencia, eficiencia y mentiras

La maquinaria publicitaria del gobierno socialista de la ciudad de Rosario hace gala de la transparencia, eficiencia y honestidad de su gestión, al tiempo que descalifica toda crítica o pensamiento opositor. Pese a las dificultades para acceder a información sobre la administración municipal, siempre algo se filtra para mostrar la realidad, veamos:

Transparencia. Una gestión transparente hace públicos los datos de su gestión. Casi todos los gobiernos hoy lo hacen por internet. El municipio, por el contrario, no muestra sus números, oculta sus cuentas y los dictámenes del tribunal respectivo son secreto de Estado.

Eficiencia. En medio de la bonanza económica es casi normal que al gobierno le cierren los números, y si no cierran es porque algo se hace mal y el municipio tiene serios problemas heredados de su predecesor, originados en malas decisiones. Repasemos:

  • Deuda. La ciudad tiene una deuda aproximada de $120 millones de dólares. Durante el 2007 pagará por servicios $31,7 millones, que representan el 5,16% del gasto total, con un monto que se ha quintuplicado respecto del año 2000.

  • Contratos. Es un agujero negro del que participan un selecto club y que lo constituyen el rubro Servicios Técnicos y Profesionales, que en el 2006 se llevó $32,8 millones, representando un 5,3% del gasto total.

  • Banco Municipal. Otro lugar donde los amigos abrevan en búsqueda de soluciones laborales o financieras. Este manejo socialista produjo sucesivos quebrantos obligando a su recapitalización por un importe equivalente a 20 millones, para lo cual se echó mano a tierras públicas, bonos y efectivo y aún así no han saneado la entidad porque, según informa el Banco Central en diciembre de 2006, el 22% de la cartera comercial era de alto riesgo de incobrabilidad.

  • Obra pública. Al imaginario colectivo se lo alimenta con el anuncio reiterado mil veces por semana de obras que se están haciendo, que se van a realizar o ya se hicieron, y también se atribuyen todo lo realizado por la provincia y la Nación. Este procedimiento excede la picaresca política porque se trata de fondos públicos originados en préstamos de hace mas de seis años, pésimamente ejecutados, fuera de los circuitos administrativos del propio municipio, lejos de la mirada de los organismos de control, con una intervención del Concejo Deliberante limitada a la aprobación de los crecientes servicios de la deuda. Al respecto ya existen compromisos de recursos municipales hasta el 2027.

  • Producción. En todas la ciudades existe una feroz competencia por crear y mantener centros de producción de bienes y servicios. Por el contrario, la actual administración municipal se ha dedicado a liquidar instalaciones portuarias, cementar vías de ferrocarril y expulsar industrias.

  • Transportes. El municipio asumió la responsabilidad total del sistema de transporte de pasajeros, con un 30% de los micros propiedad de la Semtur y concesionando el resto al sector privado. El sistema se financia con $ 21,5 millones que aporta la Nación, $10 millones el Municipio y además cada pasajero aporta $ 1,20 para viajar. El control está a cargo del municipio y las quejas de los usuarios por la calidad del servicio son consideradas una conspiración opositora.

  • Tasas y tarifas. Los desaguisados en la administración los paga el ciudadano y, mientras la Nación y la provincia no aumentan los impuestos y tienen superávit, los rosarinos con el aumento de las tasas y las tarifas se hacen cargo de enjugar las pérdidas fruto de una mala gestión.

    Mentiras. Una situación similar existió en la ciudad de Buenos Aires con el gobierno municipal de Fernando de la Rúa, socio después en la Alianza con el socialismo, quien con la construcción de una imagen similar y con iguales métodos llegó a la Presidencia. Lamentablemente nos enteramos de la verdad demasiado tarde. En las sociedades modernas los publicistas políticos, creadores de imagen, son como los ilusionistas, solo que debajo de su capa en vez de conejos se esconden mentiras.

    (*) Diputado Nacional PJ


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