Yo opino

Para mejorar la convivencia

Marcos Villaverde (*)

Pertenezco a la expresión cultural gótica. El maquillaje que usamos y la forma de vestirnos, todos de negro, quieren expresar el sentimiento y el dolor del ser humano. El dolor del daño que se está haciendo el hombre así mismo, sin darse cuenta, y del daño posterior que ocasiona con sus actos, por ejemplo hacia el medio ambiente.

Me preocupan temas como el calentamiento global y sus consecuencias, o como la guerra contra Irak, que con la excusa de las armas químicas se fue en búsqueda de las riquezas de ese país.

Pero además de este dolor, con esta forma de vestirnos representamos el arte, la música, la escritura, el teatro?

Es verdad que nos sentimos poco entendidos por la sociedad y eso hace que a veces estemos más aislados de lo que ya estamos. Y aunque muchas personas digan que nosotros mismos nos aislamos por como somos, es mentira: somos personas comunes y corrientes. Al criticarnos sólo por nuestra forma de vestirnos se cae en lo más superficial. Nos gustaría integrarnos más, porque analizamos las cosas de manera diferente. Y porque también entendemos que hay que aprender a convivir.

A pesar de que ya aprendí a ignorar que me digan cosas por la calle, por la forma de vestirme, reconozco que duele. Además debo decir, que hay una diferencia entre los adultos y los jóvenes. La gente mayor es más respetuosa, quizás piensen que estoy loco por como me visto, pero nunca me dicen nada. Sin embargo, de los más jóvenes no recibimos el mismo trato.

Trabajo a diario y cursé hasta el 8º año, pero por problemas dejé la escuela. La verdad es que me encantaría retomarla. La música me gusta mucho, esa podría ser una carrera para seguir más adelante. Pero también hay otras artes que están en mis preferencias, por ejemplo, hasta el año pasado estaba en el ballet polaco, y para mí esa es una oportunidad hermosa.

Quiero remarcar algo de un texto que leí y que se preguntaba: “¿Es malo tener un hijo gótico?”. Pienso que si un chico es gótico un padre tiene suerte, porque es una persona inteligente, a quien le gusta el arte y expresarse. Seguro que en su adultez, por más que tenga un trabajo “respetable”, la mayoría de quienes son góticos hoy, lo seguirán siendo, porque más allá de la vestimenta, lo que no cambia es el pensamiento.

   (*) Tiene 16 años y es de Rosario.