Sorpresiva crisis del acuerdo Smata-GM

El acuerdo salarial alcanzado el martes por la General Motors y el gremio de los mecánicos (Smata) tuvo una sorpresiva complicación y se reinstaló la posibilidad de un conflicto en la automotriz. “Se pudrió todo”, sintetizó el secretario general del sindicato, Marcelo Barros, quien anticipó que de no resolverse el diferendo el miércoles próximo se realizará un paro en la planta de Alvear.

La negociación se trabó por la implementación del aumento del 8% cerrado el martes. Según lo acordado, este incremento se sumaría al sueldo logrado en la discusión de 2006, y que rige en el 2007. Pero la empresa, dijo, se volvió atrás. “Quieren aplicar el 8% sobre $1.930 y no sobre esa cifra más el 32% que acordamos el año pasado, no es mucha la diferencia pero es una cuestión de respeto, o se ajustan a lo que hablamos o vamos al paro”, argumentan desde Smata.

Lo acordado era un aumento del 8%, a cobrar en un 4% remunerativo a partir de mayo y el resto como no remunerativo hasta enero próximo. También se había acordado el pago de $130 para la movilidad, el pago de 1% por año trabajado en concepto de antigüedad y un plus vacacional de 165 horas mensuales, que actualmente es de 150 horas.

Cuando todo parecía cerrado, los representantes de Smata se reunieron con directivos de la empresa que les explicaron que “se habían confundido y que el presupuesto en EEUU para la filial ya estaba acordado”, dijo Barros.

Hasta ese día el acuerdo era un hecho y se había acordado que, sumados todos los rubros discutidos en paritarias, representaba un aumento promedio cercano al 25% y la efectivización de 336 trabajadores. Además se abría la instancia para el ingreso de más de 200 nuevos operarios y la instrumentación del tercer turno, paso previo al aumento de la producción en un 20% y la puesta en marcha del proyecto de inversión para producir un nuevo modelo en la planta de la automotriz en la localidad de Alvear.