Kirchner y Lula ratificaron una alianza estratégica

Los presidentes de Argentina y Brasil, Néstor Kirchner y Luiz Inacio Da Silva, retomaron ayer la agenda estratégica del Mercosur, luego de un prolongado período de roces e indiferencia, en el marco de un diálogo que abarcó desde el desarrollo de biocombustibles hasta la conformación del Banco del Sur.

En un gesto de “fuerte contenido político”, según señalaron fuentes diplomáticas argentinas y brasileñas, ambos mandatarios mantuvieron un encuentro fuera de protocolo en la Residencia de Olivos. Hablaron casi una hora a solas y luego se sumó la senadora Cristina Fernández.

En paralelo, algunos ministros conversaron sobre los temas de la agenda bilateral y regional. El canciller brasileño, Celso Amorin, indicó que se conversó sobre biocombustibles, la creación del Banco del Sur, la próxima reunión de ministros de Finanzas de la región y la marcha de la integración regional.

Los ministros de Economía, Felisa Miceli, de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, y de Planificación, Julio De Vido, que estuvieron participando de una reunión paralela con el canciller brasileño y el asesor en temas internacionales Marco Aurelio García, se retiraron de la residencia sin formular declaraciones a la prensa.

En un total hermetismo, Kirchner y Da Silva pusieron sobre la mesa los temas de mayor interés bilateral, en un momento de tensión, en el que a pesar de no existir conflictos comerciales graves, ambos aparecen como ocupando espacios diferentes. En el último mes Lula se reunió al menos dos veces con el presidente estadounidense, George Bush, con quien consolidó un frente común para el desarrollo de los biocombustibles, en el marco del intento del gobierno norteamericano de aislar a Hugo Chávez. Kirchner, en cambio, ofreció al venezolano una tribuna en Argentina para cargar contra EEUU.
Acercamiento
El mandatario brasileño viene de Chile, donde también cerró acuerdos con Michele Bachelet sobre el mismo punto, en una cada vez más marcada tendencia mostrada por el mandatario a actuar de manera independiente respecto de sus pares del Mercosur. Lula y Kirchner no se encontraban desde abril de 2006, mientras que no estaba en Buenos Aires desde octubre de 2003.

La fuerte tendencia mostrada por Brasil a actuar de manera independiente se observó en las últimas negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en las que Lula se mostró como jugador “global” intentando acuerdos en diálogo directo con varios líderes europeos.

Ambos mandatarios se quisieron mostrar que siguen siendo amigos.