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domingo,
22 de
abril de
2007 |
Decenas de animales abandonados a su suerte
El panorama creado por la exploración ganadera de las islas entrerrianas también motivó a los lectores de La Capital, que como en el caso de Angel Contesti, opinan que a pesar de las advertencias en materia de contaminación que se hicieron por las miles de cabezas vacunas que “sin respeto alguno por el medio ambiente ganaderos irresponsables ubicaron en las islas frente a Rosario, hoy enfrentamos la mortandad y posterior putrefacción de decenas de animales abandonados a su suerte en medio del agua”.
Contesti también recordó los incendios del año pasado, cuando “nos invadió el humo y las cenizas de los pastizales quemados sin que autoridad alguna haya podido ponerle freno al abuso, y hoy el daño es de una gravedad mucho mayor ya que implica la propia y directa contaminación del río Paraná”.
“Estos empresarios ganaderos —señala— al igual que los industriales que arrojan desechos a los cursos de agua sin contemplar los daños a la población, deberían ser sancionados, pero en nuestra provincia y la Nación el Estado parece no existir y los controles no llegan a la prevención de estos mal llamados accidentes”.
También destaca que “decenas de artículos referidos a los problemas derivados de la explotación intensiva de las islas como campos de engorde fueron ignorados y la falta de decisión frente a las inundaciones, nada sorpresivas y altamente previsibles, son reflejo de la ineficiencia de los organismos para preservar la salud pública”.
Finalmente Contesti plantea algunos interrogantes: ¿Qué van a hacer con los vacunos muertos, los arrojarán al río o esperarán que las aves de rapiña den cuenta de ellos? ¿Quién responderá por la contaminación? ¿Qué autoridades propondrán soluciones a estos problemas?
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