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domingo,
22 de
abril de
2007 |
Lo mataron de un tiro en la cabeza
El cadáver de un joven fue hallado frente a un santuario del Gauchito Gil, en la Circunvalación
Ariel Etcheverry / La Capital
El cadáver de un joven con una herida de bala en la cabeza fue hallado ayer a la madrugada junto a un santuario del Gauchito Gil, a metros de avenida Circunvalación y Pellegrini. Si bien en un primer momento los pesquisas tenían indicios de que podía tratarse de un suicidio, anoche se inclinaban más por la hipótesis de un crimen ejecutado a quemarropa: con la víctima arrodillada y de espalda a su verdugo.
Una ojiva de proyectil calibre 9 milímetros y una trayectoria de disparo descendente, con orificio de entrada detrás de la oreja izquierda y de salida por el hemitórax izquierdo, eran los únicos indicios claros que tenían los agentes de Homicidios acerca de la muerte de Emanuel Edgardo González, tal el nombre del pibe de 20 años y un par de antecedentes delictivos.
Rezo fatal
El hallazgo del cadáver se produjo cerca de las 8.30 Una comunicación telefónica al Comando Radioeléctrico alertó sobre la presencia del cuerpo tirado frente a un pequeño santuario del Gauchito Gil ubicado sobre la colectora oeste de Circunvalación a unos 50 metros al norte de Pellegrini La capillita en la que se acumulan tarjetas cartas y distintas ofrendas al santo pagano se encuentra entre la avenida y un barrio humilde y el pasto que rodea al oratorio está prolijamente cortado Todo coronado con un precario cartel colocado en la parte superior que reza Posta Federal el gaucho Antonio M Gil
Según los pesquisas, el cuerpo estaba boca abajo y vestía un pantalón vaquero, zapatillas y una campera de jean. A los pocos minutos de producido el hallazgo, acudieron al lugar efectivos de Homicidios y, por razones de jurisdicción, de la subcomisaría 22ª. También se hicieron presentes peritos de Criminalística y médicos policiales. Todos bajo directivas del juez penal de Instrucción Nº9, Javier Beltramone.
Del primer examen del cuerpo surgió una clara marca de balazo. "El proyectil ingresó por la cabeza y salió a la altura de la clavícula derecha", aclaró a LaCapital un vocero de la investigación. Salvo esa lesión, el cadáver no presentaba otro signo de violencia. Sin embargo, un dato que llamó la atención de los detectives fue la huella de ahumamiento que quedó alrededor del sitio por donde ingresó el proyectil.
Hipótesis
Al principio sospechamos que podría tratarse de un suicidio Pero la trayectoria del disparo que fue de arriba hacia abajo efectuado a escasa distancia nos indica que esto tiene más pinta de un crimen diría una ejecución con la víctima de espalda y arrodillada remarcó uno de los pesquisas En el lugar la policía no encontró armas pero sí una ojiva de lo que sería una bala calibre 9 milímetros plomo que ayer mismo fue remitido para someterlo a pericias
El médico policial que hizo el primer examen en el lugar del hecho estableció que la muerte dataría de unas seis horas antes del descubrimiento, es decir que se habría producido alrededor de las 2 de la madrugada. Los obstáculos más importantes que deben sortear los detectives son dos: la falta de testigos directos del hecho y los nulos datos que tenían ayer para identificar a la víctima.
Vecinos del lugar fueron convocados por la policía para ver si reconocían a la víctima como alguien del vecindario, pero todo dio resultado negativo. Tras la identificación, los investigadores buscaron a los familiares de la víctima para empezar a buscar en sus testimonios el móvil del crimen. l
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Fotos
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El pequeño santuario fue escenario del crimen.
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