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sábado,
07 de
abril de
2007 |
Eran pocos, gritaron mucho
En la tribuna hubo 60 argentinos que se hicieron sentir
Un grupo de 60 argentinos, algunos residentes en Suecia y otros provenientes de distintos países de Europa, alentaron sin cesar al equipo de Copa Davis y, pese a ser amplia minoría, se hicieron sentir en el estadio Svenka Massan.
"Vamos a dar vuelta la serie, le tengo una confianza enorme al equipo", vaticinó luego del 2 a 0 en contra Hernán, oriundo de San Lorenzo y fanático de Newell's, al punto de lucir una gran bandera del equipo rosarino que generó curiosidad en el público sueco.
"Vivo desde hace siete años en Estocolmo y el año pasado participé en un carnaval barrial, representé a la colectividad de Rinkeby y llevé la imagen de Diego Maradona. Me gané una distinción", relató Hernán, flanqueado por tres cordobeses de Villa María, devotos del unquillense Nalbandian.
Nicolás, hincha de Talleres, más Alvaro, de Independiente, y Paola, de Belgrano, aplaudieron a rabiar cada golpe sutil de Nalbandian y lideraron los cánticos argentinos, con su particular tonada cordobesa, y reconocieron con palabras de aliento a los tenistas cuando se retiraron de la cancha, tras el fatídico primer día de la serie ante los suecos.
"Habíamos planeado un festejo completo con el triunfo argentino y la eliminación de River de la Copa Libertadores", acotó una xeneize del barrio de Recoleta, Soledad Rusch.
En tanto, otros dos argentinos que residen en Madrid, Carola y Andrés, se revelaron como seguidores del equipo de Copa Davis.
"Fuimos a Bratislava (2005), a Moscú (la final en 2006) y en febrero pasado a Linz para el partido con Austria. No podíamos dejar de venir a alentar al equipo en Gotemburgo y aún mantenemos las esperanzas", comentó Carola, un tanto apesadumbrada por las dos derrotas en el primer día y en medio de los gritos eufóricos de los suecos.
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