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sábado,
07 de
abril de
2007 |
Nuevas urbanizaciones
Alejados de la ciudad y rodeados de espacios verdes, crece el desarrollo de barrios abiertos. Una buena opción para las familias jóvenes
Paulina Schmidt
La ciudad vislumbra nuevos emprendimientos concebidos con el mismo concepto que los barrios privados: mayor contacto con los espacios verdes, tranquilidad y vida en familia. Bien podríamos llamarlos los nuevos "barrios abiertos", pero son lotes que con dimensiones y características similares se identifican bajo un mismo nombre y un determinado estilo de construcción. La principal diferencia entre un barrio abierto y un country radica en la infraestructura con la que este último fue concebido, es decir dentro de un predio cercado, club house, piscina, canchas de tenis, golf y una serie de espacios comunes. Sin expensas y normas de convivencia, los matrimonios jóvenes muchas veces se inclinan por un lote que no estipule plazos de construcción y tenga costos más accesibles.Ante la escasez de espacios verdes dentro de la ciudad, estos proyectos debieron expandirse y traspasar la gran urbe. La zona oeste es indudablemente la que mayor crecimiento demostró en los últimos años, alcanzando las localidades de Funes y Roldán. Pero existen otras zonas que los rosarinos también tienen en cuenta a la hora de construir una vivienda permanente o de fin de semana. Ejemplo de ello es la zona sur, que se ha extendido notablemente también hacia Pueblo Esther y General Lagos, con gran densidad poblacional, y el río como mayor atractivo. Estilo consultó a varias inmobiliarias de la ciudad para recabar información acerca de un fenómeno que no deja de crecer, con una marcada tendencia a la inversión inmobiliaria.
Las características y ubicación del lote definen a cada propietario. Las dimensiones, los servicios, la accesibilidad son algunos de los factores que influyen al momento de elegir dónde edificar. "Aunque el público es muy variado, las familias jóvenes menores de cincuenta años y de clase media son las que más consumen este tipo de emprendimiento, porque son las que apuestan a un proyecto de crecimiento", resalta Pablo Porta.
"La zona norte de la ciudad es quizás la más tradicional, elegida por un público determinado. En cambio Funes, Roldán y los barrios continuos a Fisherton, tienen un creciente ritmo", agrega el empresario. Pese al esfuerzo y desarrollo de algunas inversiones privadas, Alberdi se mantiene intacta, aunque por estos días circula la iniciativa de ganar mayores espacios verdes y generar nuevos proyectos atractivos en el área circundante al puente Rosario ? Victoria.
Mirando al oeste
A los barrios de Aldea, Hostal del Sol y San Eduardo (ya están totalmente vendidos), se le sumaron nuevos emprendimientos privados como Greennes, Newbery y Palos Verdes. Delimitados por la avenida Jorge Newbery, cada loteo cotiza según la demanda, los servicios, y algunos de acuerdo a la distancia respecto del autódromo. Marcelo Ramasco Padilla, agente inmobiliario en la zona, detalla a Estilo los servicios y características de cada loteo.
"Desde 750 m2 y con la posibilidad de adquirir varios lotes, no existe limitación en cuanto estilo de construcción ni superficie. A diferencia de Aldea, el barrio con mayor antigüedad en la zona, en Hostal del Sol y San Eduardo, un treinta por ciento ya se encuentra construido. Los vecinos conforman una administración en cada barrio para lograr mejoras y nuevas instalaciones. Además, casi todos contratan seguridad privada las veinticuatro horas, y votan anualmente por las prioridades del lugar.
Mientras, en Funes se consiguen terrenos desde 300 a 5.000 m2 y los valores oscilan entre 20 y 90 dólares el m2, en barrios linderos a Fisherton el lote más grande tiene 2.000 m2 y cuesta entre 35.000 y 55.000 dólares. "La mayoría de los nuevos propietarios son hijos de familias que han vivido siempre en Fisherton. Además, es una buena alternativa para los que recién comienzan y encuentran mayor seguridad que en la ciudad. En verdad es un fenómeno raro y sorprendente que la gente recurra y prefiera la zona oeste más que otras, si se tiene en cuenta que Rosario tiene buenos accesos y un río esplendoroso", remarca Ramasco Padilla.
"Muchas parejas prefieren comprar un lote en un barrio abierto porque adquieren mayor superficie a un costo menor que en el country, además de ejecutar la obra de construcción en varias etapas. A muchos propietarios no les interesa estar sujetos a las disposiciones y reglas que deben cumplirse dentro de un predio cerrado", dice.
Por tratarse de una zona muy amplia, nuevos proyectos se vislumbran a partir del probable traslado del autódromo, entre otros, la instalación de una clínica de tenis a cargo de Luli Mancini. Este predio se ubicaría detrás del barrio Hostal, conformado por lotes de 5.000 m2.
Pero no todos los laureles son para el oeste, el sur también es parte del boom inmobiliario. Pueblo Esther y General Lagos dan cuenta de este crecimiento que embellece aún más un sector de cara al río.
Atractivos de la zona sur
Rafael Graziani, titular de Graziani Propiedades, ofreció un panorama de la zona. "El sur es muy grande, está cerca y tiene buenos accesos para llegar al centro de la ciudad. Esta es quizás una de las razones por la que muchos habitantes prolongaron sus expectativas y se mudaron o compraron un terreno en Pueblo Esther, a la que nosotros llamamos "capital de miniturismo". Frente a la gran urbe, que a veces desborda con sus problemas, aquí la gente encuentra tranquilidad a la vera del río", dice.
"Hace diez años, esta localidad tenía ocupado sólo el treinta por ciento de los 11.000 lotes existentes, hoy supera el setenta por ciento y la población llega a 10.000 habitantes. Se duplicó la cantidad de viviendas permanentes y en cada manzana del pueblo encontramos tres o cuatro obras nuevas en construcción", agrega. El crecimiento es comprobable en las fotos aéreas que saca la inmobiliaria cada tres años.
Parque Vernazza es el barrio que mayor interés despierta. Con más de mil lotes y una superficie promedio de 500 m2, cada uno tiene un costo aproximado de $50.000. Un complejo comercial con bar y doce locales se construye al ingreso del predio, en una iniciativa de avanzada que revalorizará las propiedades y su entorno.
Otros barrios más chicos se establecieron en los alrededores, como Country 16, ubicado sobre la ruta AO12, y Solares del Sur, en el centro del pueblo. "Casi siempre las expensas de las urbanizaciones privadas tienen costos altos, en cambio un terreno situado en un barrio corre con otras ventajas, como la posibilidad de construir una pileta propia. De todas maneras al rosarino todavía le cuesta los cambios, y tiene percepciones diferentes al cordobés o porteño, que debe recorrer mayor kilometraje para llegar al trabajo", remarca Graziani.
Próximamente, la firma inaugurará sobre la ruta AO12, un complejo de cabañas en alquiler con pileta y spa, en concordancia con una serie de proyectos que reactivan el sector sur para competir en el mercado y brindar mayores servicios.
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