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sábado,
07 de
abril de
2007 |
Paisajismo
Déjala correr
El agua en los espacios verdes. Un elemento natural y sugerente, de enorme importancia en el diseño de jardines
Ana Lorena Alzari
El agua es el principal componente de la vida y se encuentra implícita en cada una de sus manifestaciones. Por esa misma razón, logró un rápido protagonismo en el diseño de los jardines. El papel del agua en los espacios verdes se relaciona con los albores de la humanidad y atravesó con suficiencia distintas épocas y culturas. En un rápido repaso se recuerdan las imágenes de los jardines islámicos con sus fuentes, cintas de agua y ese constante murmullo. Otra conexión inevitable lleva a los jardines ingleses con sus lagos y ríos de márgenes ondulantes.
El agua en el jardín -así como en los espacios públicos-, está siempre presente en sus diferentes formas y usos, adaptándose al lugar según la idea de cada diseñador y el efecto que se quiere lograr en el paisaje o el clima.
Atmósfera y sensaciones
Estanques y lagos de aguas tranquilas, con plantas en sus márgenes o en la superficie -como el estanque de nenúfares de Monet- crean un ambiente de paz y sosiego ideal para la relajación y contemplación. En cambio, las aguas en movimiento, como cascadas y fuentes, producen un sonido que invita al disfrute con todos los sentidos. Ejemplo de ello es la fuente en el parque Citroën en París, donde los chorros de agua de diferentes alturas convocan el juego.
La piscina es un buen símbolo de la vida contemporánea donde se encuentran el cuidado de la salud con el hedonismo, por lo que muchos han incorporado el jacuzzi a las piscinas, para darle un uso terapéutico durante algunos meses. La forma depende del diseño y espacio disponible.
Vida en el agua
Las plantas que se desarrollan en el entorno acuático, ofrecen posibilidades increíbles y espectaculares a la hora de diseñar un estanque. Básicamente, encontramos tres tipos:
* Acuáticas: cuyas raíces se hunden en el suelo debajo del agua y su parte aérea queda sobre la superficie. A este grupo pertenecen por ejemplo los nenúfares.
*Marginales: que viven en aguas bajas o en suelos anegados periódicamente, y en el lodo que se forma a su alrededor, como las calas, que son muy apropiadas en estos casos.
*Palustres: están en el suelo húmedo que rodea al agua, como las conocidas totoras y los juncos.
Las plantas acuáticas contribuyen a que el agua esté saludable y forman su propio ecosistema que, junto a los peces, se mantiene y recicla constantemente, a la vez que aportan color, vida y movimiento al estanque. A la hora de incorporar peces, es conveniente consultar con un experto a fin de tener en cuenta la cantidad que puede tolerar una determinada masa de agua. Algunas de las especies que más se utilizan son Goldfish, Carpas y Koi.
Incorporar el agua al diseño del espacio exige una planificación cuidadosa, pero vale la pena tenerlo en cuenta y disfrutar del encanto singular que este elemento tiene para dar.
Diseñadora paisajista
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Fotos
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Estanques y lagos de aguas tranquilas crean un ambiente de paz y sosiego, ideal para la relajación y la contemplación.
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