La destacada de la seman

Agua va, agua viene

Luego de días de lluvia y temporal en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos el agua comenzó a bajar. En un par de días quizás no quede ni una gota que recuerde la tragedia de la inundación. Quedará sí, la miseria, el desastre, la pérdida. El dolor de los familiares de las víctimas y la falta de todo lo que hasta el día antes de la lluvia estaba ahí. Con el correr de los días, el inconsciente colectivo reemplazará el drama por otro drama (o alguna fugaz alegría). Los inundados seguirán con su problema aunque ya no estén inundados, pero nosotros los iremos olvidando y convirtiéndolos en fantasmas y echándolos a las imágenes del pasado. Como en 2003. Como en 2001. Como en… Hasta que vuelva a suceder. Los mas afectados, los que no tengan respuestas, harán marchas de protestas una y otra vez. Hasta mimetizarse con el entorno y pasar a formar parte del paisaje. Hasta ser absorbidos por los otros fantasmas. Hasta ser olvidados. Hasta ser condenados a volverse traslúcidos, en esta Argentina de poca memoria donde la culpa la tiene siempre el otro, el sistema, la lluvia o los políticos que votamos. Nosotros ya ayudamos cuando debíamos. Mandamos a Cáritas la ropita de bebé que no usa el nene que ya tiene 12 años, nos dolimos con las imágenes del desastre, nos conmovimos con la historia del que salvó al perro, el que perdió el gato o el que arriesgó su vida para proteger a la familia del vecino. Ahora hay que seguir. Con el tiempo el oído se acomodará a los pedidos de Justicia o reclamos de ayuda y se mezclará con los pedidos de los otros inundados (los de 2003) o con las exigencias de los familiares de víctimas del gatillo fácil, los de víctimas de accidentes o los que perdieron los ahorros en el corralito de 2001. Con el paso de los meses seremos capaces de caminar por la vida pensando que somos solidarios. Que la culpa es de los gobernantes (que nosotros mismos votamos) que no hacen lo que deben y cobran lo que quieren. ¿Alguna vez dejaremos de caminar entre fantasmas? ¿Podremos, como sociedad, sostener una acción en el tiempo hasta solucionar el problema? ¿O seguiremos actuando por espasmos como las sociedades subdesarrolladas? ¿Se acordará alguien de todas los ríos de tinta, de todos los reclamos, cuando de acá a tres o cuatro años la lluvia y el desborde de los ríos vuelva a colapsar las ciudades, anegar las calles y desalojar de sus casas precarias a miles de personas que nada tienen y menos tendrán después? ¿O seguiremos diciendo “agua va”...?

Jorge Miguel Albornoz

DNI 18.107.394

[email protected]