|
sábado,
07 de
abril de
2007 |
A los detractores
del Che
Quiero referirme a la carta de Heber Santos García, publicada el 1º de abril pasado y titulada “La imagen del Che Guevara”. No me parece importante respecto a su amañado denuesto contra una de las figuras revolucionarias más destacadas del siglo XX. El Che Guevara fue en su breve pero prolífica existencia mucho más que un combatiente en armas. Coherente y consecuente con sus ideales, vivió y murió por ellos. Con mis siete décadas a cuestas sé todo lo que hay que saber sobre el Che, pero absolutamente nada respecto al autor de la nota, que empieza subestimando a la juventud por el uso de remeras y llaveros con la imagen del Che. Esa misma juventud que entiende simplemente que el Che fue y es un símbolo de la rebeldía contra la opresión de los poderosos, pero también el médico humanista del leprosario de San Pablo a través de la película “Diario de motocicleta”. En desagravio a la sensatez de ellos, los jóvenes, y utilizando el mismo dominio de la síntesis que el lector aplicó para menoscabar al heroico guerrillero, transcribo dos de sus famosas frases exhortando a la juventud cubana: “Recuerden que el eslabón más alto que puede alcanzar la especie humana es ser revolucionario”, y “Es preferible morir de pie que arrodillado”. Imagen cabal de lo que significa hoy para los pueblos sojuzgados es ver entre los manifestantes palestinos banderas con la efigie del Che. Es probable que los adolescentes no recuerden, no que ignoren, quién fue Mahatma Gandhi, como insinúa el lector Heber Santos García. Sin embargo, y a pesar de su sacrificio, la India está muy lejos de ser un modelo de equidad social, en cambio Cuba sí lo es. Fidel Castro se debía a su revolución y a su pueblo, el Che a todos los pueblos y revoluciones.
Oscar Mario Ventura, LE 6.016.559
enviar nota por e-mail
|
|
|