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domingo,
18 de
marzo de
2007 |
Primera B. El equipo Charrúa fue un cambalache
Central Córdoba perdió 1 a 0 frente a Sportivo Italiano
Lucas Vitantonio / Ovación
Central Córdoba no jugó bien pero igual se las ingenió para elaborar al menos ocho situaciones claras de gol y en todas estuvo impreciso. El conjunto de Santángelo no la embocó y encima tuvo algunos desacoples del medio hacia atrás que le permitió a un Italiano limitadísimo hacerse acreedor del pozo mayor: tres puntos de oro. Fue 1 a 0 increíble pero real.
La primera media hora fue un espanto. Los 22 protagonistas firmaron un pacto de no agresión y la pelota anduvo a la deriva por la mitad de la cancha. No hubo juego asociado y ninguno se animó a romper el molde de la mediocridad. El saldo fue una puesta en escena paupérrima.
Recién hubo que esperar hasta el cuarto de hora final de la primera etapa para que Bezombe y Paredes se complementaran, y Central Córdoba generara, al menos, un par de chances claras.
El protagonista de dar la puntada final en esas jugadas fue Armani. En la primera maniobra un zaguero de Italiano despejó en la línea y en la segunda el el arquero Gonzalo Ponzio respondió muy bien.
En el complemento la historia cambió y el trámite fue un verdadero cambalache. Marcos Del Bono derivó a Britos dentro del área y el árbitro Luis Alvarez cobró penal. Desde los doce pasos facturó Verdún mediante un soberbio remate al palo derecho de Lacerre.
A partir de ese momento, el equipo de Santángelo generó cuatro chances clarísimas de gol, pero hubo impericia en la definición. Había que pellizcarse para confirmar que las jugadas no terminaron en el fondo del arco.
Bochietti falló un disparo cruzado, Armani levantó su remate cuando estaba solo y Bezombe chocó contra una doble tapada sensacional de Ponzio. Vale aclarar que el partido podría haber terminado empatado si el árbitro Luis Alvarez no cometía un error garrafal. El juez detuvo un claro avance charrúa en el que Armani terminó empujando la pelota hacia el fondo de la red y no aplicó la ley de la ventaja. Alvarez cobró tiro libre por infracción a Bezombe en la puerta del área.
Córdoba tuvo a Italiano a su merced. Pero le perdonó la vida y se volvió a Rosario con las manos vacías. Un rival endeble y desarticulado dejó huérfano de puntos al conjunto de Tablada. Así Central Córdoba sufrió otro cachetazo por su falta de contundencia en la zona caliente. Fue una exposición similar a un cambalache.
Ahora el equipo de Santángelo deberá asomar la cabeza lo antes posible si pretende mantener las chances de ingresar al Reducido y soñar con el ascenso. También deberá afinar la puntería y tener mayor solidez defensiva.
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