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domingo,
18 de
marzo de
2007 |
En foco. la suba de la carne
La noticia no pasó desapercibida. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, subió durante la semana que pasó un 11% los precios sugeridos para una categoría ganadera, la de hacienda liviana, en los mercados concentradores.
La decisión llegó poco días después de que los carniceros anunciaran el aumento de más de un 10% en el precio de los cortes al mostrador, consecuencia, señalaron, de no poder "aguantar más" la constante suba del precio de la media res desde principios de año.
La suba es una más entre un amplio abanico de productos que vienen subiendo desde enero a un ritmo que ni la intervención a los indicadores del Indec pueden ocultar.
Marzo, un mes de definiciones tanto salariales como de precios, suele ser el período en el que se resuelven las expectativas inflacionarias para todo el año. El año pasado, los acuerdos de precios y el cierre de las exportaciones de productos cárnicos tuvieron como finalidad precisamente poner límites a esas expectativas que se habían desatado en el primer trimestre.
Esa estrategia tuvo éxito durante gran parte de 2006 y el secretario Moreno se convirtió en un protagonista indiscutible de la política económica doméstica. Su presión a full sobre los mercados le rindió frutos hasta fines del año pasado, cuando el recalentamiento económico puso en jaque esa concertación.
Entonces el gobierno modificó la estrategia y, a la par que autorizaba aumentos, eligió el camino de maquillar los índices. Pero la realidad, al menos en los primeros meses del año, puso en jaque esa construcción, con los agentes económicos desafiando abiertamente los acuerdos y precios máximos.
La modificación de los precios oficiales de Liniers son un reconocimiento de esa situación y se parece mucho a la primera capitulación del poderoso secretario de Comercio.
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