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domingo,
18 de
marzo de
2007 |
El estado actual
de la educación
Me pregunto si habrá alguna relación entre los jóvenes que se drogan, insultan o delinquen, o que pueden verse pidiendo o durmiendo en las esquinas, y las decisiones estatales en materia de educación. ¿A quién le interesa un pueblo educado? ¿A quién le interesa gobernar para gente que piensa? ¿Cómo se siente un niño marginado? ¿Cuándo empieza a sentirse marginado? Tal vez cuando se le enseña que la comida de hoy puede obtenerse de cualquier manera o que siempre habrá una “mano” que regalará caramelos... ¿Tal vez cuando aprende que el futuro no existe y que solo cuenta el hoy? Porque el estado actual de la educación responde a las sucesivas medidas facilistas y demagógicas que toman los responsables de la educación, que seguramente hace años que no conocen lo que es el trabajo en el aula (si es que alguna vez lo conocieron). ¿Por qué se asombran de los fracasos de alumnos en el ingreso a la universidad o del enorme número que repite primer año del polimodal o de la cantidad de niños que abandonan la escuela? El niño, mejor que nadie, sabe cuándo “no sabe”. Si se lo obliga a asistir a una escuela sin que pueda aprender a su ritmo, la escuela se convierte en un lugar de padecimiento. Y si no descubre él mismo para qué sirve la escuela, tarde o temprano la abandonará, por más facilidades que se le brinden.
Susana Sarmiento, DNI 13.449.495
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