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martes,
20 de
febrero de
2007 |
El superávit... ¿para qué?
Acumular riquezas no es un fin. No es más que un medio para asegurar una existencia humana digna. El Estado se jacta de poseer un creciente superávit fiscal y sin embargo incumple con sus obligaciones respecto a jubilaciones, retiros y pensiones de los ciudadanos, llevándolos a éstos a un creciente grado de pobreza y exclusión de bienes, como alimentos , medicamentos y recreación. Ha otorgado sin embargo jubilaciones a quienes no aportaron al sistema, como a las amas de casa, restando capital a distribuir entre quienes realmente lo han hecho durante toda la vida, permitiendo por lo menos sospechar de una acción con fines puramente demagógicos. Se abusa del poder y no tiene límites, como otrora lo tenía con las organizaciones gremiales, quienes con claro sentido de solidaridad, se manifestaban ejerciendo el derecho de huelga en apoyo de las minorías. Hoy los gremialistas actúan como clases; entonces les importan sólo el gremio al que pertenecen, y cada gremio es una clase. Tienen más poder los más grandes, y éstos, como el estado, se mueven con total indiferencia hacia los que carecen de la fuerza de la coerción. Derechos adquiridos son conculcados por un Estado avasallador, que considera y respeta solamente a los que tienen capacidad de ejercer presión. ¿ Hasta cuando? Hasta que la solidaridad se manifieste en el pueblo argentino y tras sus dirigentes diga ¡basta!
Jorge A Cardoso
LE: 7784561
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