Córdoba mereció mejor suerte

Pese a hacer un buen partido, cayó por 2 a 1 frente a Deportivo Morón

Mauricio Bártoli / Ovación

A unque jugó un primer tiempo muy bueno y tuvo varias posibilidades de ponerse en ventaja, Central Córdoba no golpeó en el momento indicado y eso lo condujo a la derrota por 2 a 1 ante Deportivo Morón. Con esto, el charrúa suma dos caídas y dos empates y parece alejarse de la conversación en el torneo.

El partido arrancó con un ritmo rápido, con los de Tablada un poco más precisos con la pelota, aunque con los dos equipos con vocación de ataque. Bien plantado en todas sus líneas, el charrúa esperaba al rival y buscaba salir rápido en el medio. Así, en los primeros 20 minutos acumuló cuatro situaciones de gol, dos de ellas que terminaron con un tiro de Farré en el palo y otro de Armani en el travesaño. En esta última, Pizzella intentó otra vez de cabeza y el vuelo del arquero Gagliardo ahogó el grito de gol rosarino.

De todos modos, Morón no resignaba su condición de favorito e intentaba amenazar. Pero pasaban los minutos y el juego era dominado claramente por el charrúa, hasta que a los 37' Juan Pablo Peralta frotó su lámpara de goleador implacable y luego de entrar al área con pelota dominada sacó un zurdazo que se le clavó arriba a Santilli para abrir el marcador.

De esa manera Córdoba se fue al descanso con un resultado injusto, que en el complemento salió decidido a revertir. Urquiza y Farré probaron desde afuera pero sin suerte. Santángelo mandó a la cancha a Montedoro por Raschetti, apostando por dos delanteros sin resignar la dupla creativa Bezombe-Paredes, pero aunque el equipo siguió buscando ya no encontraba espacios, ni ideas.

Y todo se complicó a los 22' cuando una fuerte infracción de Pizzella hizo que se ganara la roja directa. Minutos después Diego Perotti (el hijo de Omar, el recordado delantero de Boca) conectó de cabeza un centro preciso de Rochi y aumentó la ventaja.

Para los últimos 10 minutos el DT charrúa probó con Pavoni y enseguida llegó el descuento de Raponi tras el enésimo centro de Bezombe (tuvo un par de chances claras pero no alcanzó a concretar). Y aunque el árbitro adicionó seis minutos, el tiempo no alcanzó para hacer justicia.

Raponi convirtió pero el charrúa se quedó con las manos vacías.