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sábado,
17 de
febrero de
2007 |
"No soy esa persona que critican y
que hace locuras sobre el escenario"
Fernando Peña dijo que desea marcar una diferencia entre sus personajes y su personalidad
Rodolfo Bella / La Capital
El actor Fernando Peña trae a Rosario su último trabajo "Ni la más puta", hoy, a las 22, en el teatro El Círculo. El artista aseguró que está en un punto de su carrera en el que le "pesa" el cartel del "polémico Peña". "La gente no sabe de mí y para mí es muy importante que la gente sepa del artista -explicó a Escenario-. A veces la gente piensa que yo soy provocador al pedo y no es así. Yo ya no tengo muchas más ganas de esforzarme en explicarlo, pero el tema es que si no lo explico también va en detrimento mío. Entonces no lo voy a sobreexplicar, pero sí voy a manifestar un poco mi frustración. Eso es lo que decidí", aseguró, y así lo hace en esta propuesta que se adelanta como una "retrospección" en su carrera .
-¿Cómo surgió la necesidad de esta obra?
-Yo soy un gran improvisador y realmente los guiones, aunque estén escritos por mí, me producen una gran sofocación y un encierro. Entonces en un momento pensé: "Loco, no puede ser que mis propios guiones que escribo a mi medida me sofoquen". Entonces pensé qué puedo hacer para que esto no suceda... Las opciones eran: o me encierro en un psiquiátrico o trato de escribir o de inventar otra obra de teatro. Así inventé este recurso que es un poco volver a las bases, al abecé del teatro.
-¿Qué significa el nombre?
-Como no sabía como ponerle, y realmente no tenía idea de lo que iba a hacer, le puse "Ni la más puta", porque no tenía ni la más puta idea... Como venía de mi, lo primero que hicieron los medios fue asustarse. Nunca dan el tiempo suficiente para observarme y esperarme. Siempre es la condena inmediata: "¿Qué hará ahora el polémico Peña con esta obra «Ni la más puta»?". Si le hubiera puesto "Ni la más virgen" también hubieran tirado piedras. Ultimamente estoy cargando un poco con esto, y creo que más que nunca.
-¿Por qué decís que estás cargando con la "condena inmediata" que cae sobre "el polémico Peña"?
-Estoy hablando de una especie de miedo y un prejuicio muy fuerte por una parte de la prensa que se traslada al público. La gente no sabe de mí y para mi es muy importante que la gente sepa del artista. Y a veces la gente piensa que yo soy un provocador al pedo y no es así. Yo ya no tengo muchas más ganas de esforzarme en explicarlo, pero el tema es que si no lo explico también va en detrimento mío. Entonces no lo voy a sobreexplicar, pero sí voy a manifestar un poco mi frustración. Eso es lo que decidí.
-¿Fernando Peña se transformó en un personaje que superó al actor?
-Tampoco me voy a hacer la víctima. Creo que soy una persona extremadamente sanguínea en mi forma de manifestarme. Mi familia no es finlandesa, sino española... Soy muy tranquilo hasta que me tocan la justicia. Tengo una cosa muy Robin Hood. Esto lo sabían o lo saben los productores de televisión y cuando me invitan a un programa me ponen un informe de algo que me pone loco y ahí sale el Peña sanguíneo, el Peña de altavoz, el desaforado y la gente se asusta. Pero yo pido un poco que se olviden del personaje que impone la televisión.
-Eso es lo que tiene más trascendencia...
-Que tapa, pero también pasa que cuando estoy en el escenario nunca soy yo. Entonces aquella persona a la cual critican y que hizo una locura en el escenario, no soy yo. El verdadero yo es el que habla ahora, pero en el escenario hago locuras de todo tipo: románticas, apasionadas, violentas, agresivas. El escenario es un espacio en donde todo vale.
-¿Qué te pareció la experiencia televisiva con "Isla flotante"?
-Creo que no se ajustó a los parámetros que tiene la gente de la televisión actual. No importa si lo hice yo o cualquiera. Le puede pasar a toda persona que tiene un ritmo lento. Bueno por eso surgió la televisión por cable, para que todo lo que necesite un ritmo atípico pueda tener su espacio sin distorsionar el tiempo de aire.
-Pudiste hacer lo que querías o hubo alguna limitación?
-Limitaciones no encontré, pero... (suspira). Nunca me voy a olvidar una frase que escuché y es que "el gran problema de este país es el Estado". Como buena televisión estatal es una televisión aletargada. Entonces se me editó mal, no se me cuidó. Todo el mundo que entra a hacer un programa en Canal 7 es mirado como "guarda con este". Al principio parecía todo genial hasta el tercero o cuarto programa donde fui viendo que eran palos en la rueda y una ineficiencia adrede muy difícil, entonces opté por terminar el ciclo e irme.
-No te interesa la TV...
-Sí, pero hacerla yo. Que cambien los tiempos, que la gente se abra más, que estén dispuestos a una gran variedad de cosas.
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"Creo que soy una persona extremadamente sanguínea en mi forma de manifestarme, pero yo pido un poco que se olviden del personaje que impone la televisión", dijo el actor.
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